El primer avión supersónico se probará en España. El país acogerá en 2026 las pruebas del prototipo Destinus-3, el primer avión que empleará hidrógeno como combustible y para el que se prevén velocidades superiores a la del sonido. La start-up Destinus, con sede en Madrid, ha anunciado que el Destinus-3 es un prototipo de aeronave de 10 metros de largo, pesa prácticamente dos toneladas, empleará hidrógeno en estado criogénico (a 250 grados bajo cero) y volará a velocidades superiores a 1.200 kilómetros por hora

Desde la compañía apuntan en EFE que, si bien estaba previsto que sus primeras pruebas de vuelo se realizaran este año, la fecha se ha pospuesto al 2026. El objetivo es que en 2025 se verifiquen todos los sistemas para demostrar el vuelo con hidrógeno líquido y que las pruebas propiamente dichas se desarrollen en 2026 en España. El Destinus-3 forma parte de la secuencia de demostradores tecnológicos que preceden al vuelo hipersónico, programado para 2035. Este prototipo usará queroseno de combustible, como en las versiones precedentes, pero incluirá un depósito de 1.000 litros para hidrógeno.

Un segundo modelo de nave para 2024

Aprovechando la tecnología desarrollada, Destinus ha iniciado la comercialización de aeronaves no tripuladas con combustible de aviación para usos duales, es decir, civil y militar. Su primer modelo inició la comercialización a finales del año pasado y se espera la entrada en servicio de un segundo a mediados de este 2024. Destinus, con sede en Suiza y asentada en otros países de UE, desarrolla vuelos autónomos impulsados ​​por inteligencia artificial y motores de turbina avanzados.

La compañía ha duplicado su plantilla en el último año, y cuenta ahora con 170 empleados en todo el mundo, de los que unos 70 están en Tres Cantos (Madrid), en su mayoría ingenieros. Pedro Duque, ahora presidente de Hispasat, se incorporó en 2022 al consejo de administración de Destinus.

Su consejero delegado es Mikhail Kokorich, un empresario que el pasado 14 de enero anunció en su perfil de la red social X (antes Twitter), que había renunciado oficialmente a su ciudadanía de la Federación Rusa como consecuencia de su desacuerdo con la invasión rusa de Ucrania y de las políticas del actual Gobierno de Putin. Destinus es una de sus ocho empresas.

Augura una facturación de 200 millones

Además, pertenecen al consejo de administración Cornelius Boersch, uno de los inversores en start-ups más activos de Europa y Philipp Rösler, ex vice canciller y exministro de Economía y Tecnología de Alemania, según fuentes de Destinus.

La compañía desarrolla junto al fabricante español de motores ITP Aero, con el que se asoció en 2022, instalaciones de prueba de motores de hidrógeno, con el que también colabora el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial). Su facturación en 2023 superó los 20 millones de euros, una cuantía que prevé multiplicar por 10 este mismo año, hasta los 200 millones de euros.