El concepto se pone ahora de moda, pero en la práctica siempre se utiliza cuando hay una crisis económica que favorece buscar alternativas. La amortización de la hipoteca es un derecho que tiene cualquier cliente de un banco para reducir el tiempo o las cuotas que paga y, ahora, parece que es un momento propicio para hacerlo. Con la subida de los tipos de interés y sin ver un horizonte final, seguir pagando más por lo que ya teníamos hace replantearlo todo. Por otra parte, esta afectación siempre está en aquel que tiene una hipoteca variable. Así pues, la segunda pregunta que se nos plantea es ¿cómo llevar a cabo una amortización de hipoteca, pero hacerlo de una forma inteligente?

¿Cuota o tiempo?

Para responder a la pregunta, Alfons Fernández, miembro de la Comisión de Economía Financiera del Colegio de Economistas de Catalunya, nos explicita que hay dos caminos posibles y uno tercero más alternativo. Las dos vías son claras: reducir el tiempo o reducir la cuota de esta hipoteca en cuestión. Ahora bien, ¿cómo hacerlo de una forma inteligente? "Reduciendo el tiempo porque a la larga acabaremos pagando menos intereses", concluye Fernández. Pero pone el matiz en cómo entender esta manera de aplicar la inteligencia: "Si lo hacemos reduciendo la cuota, obviamente acabaremos pagando más a la larga, pero disfrutaremos desde el minuto 1 de una mayor calidad de vida y podremos disponer de un efectivo para disfrutar de nuestro ocio o privilegios inmediatos". Ahora bien, reduciendo la cuota se mira el ahora, pero en ningún caso se hace una previsión a futuro.

En el momento que se plantea una amortización de hipoteca, se tiene que tener en cuenta que tenemos que prever unos ahorros que podemos depositar para hacer efectiva esta reducción, sea de tiempo o cuota. En este caso, según el mismo economista Alfons Fernández, subraya que es difícil situar a partir de qué porcentaje o qué cantidad de ahorro, nos sale a cuenta poner en práctica esta amortización: "El cálculo se hace en cada caso y a partir de aquí salen los años o los intereses".

¿La alternativa inteligente?

Pero en esta derivada, queda la tercera opción, también considerada inteligente, y un camino alternativo y fuera de las dos premisas básicas. Se trata de hacer un depósito y cuando esta rentabilidad sea lo bastante elevada a partir de los tipos de interés que vaya dando, se coge y se destina a la amortización de la hipoteca: "Esta opción tiene dos pequeñas trampas actualmente. Una universal que va ligada a la disciplina. Ya sabemos que cuando dispones de dinero, es demasiado fácil gastárselos y no ahorrar. La otra, los tipos de interés actuales que pueden dar los bancos y resultan tan bajos que acaban siendo poco atractivos," subraya Fernández. Por otra parte, en esta última fórmula, también es importante tener en cuenta que el individuo nunca se puede quedar a cero y cuando dispone de cualquier opción, siempre tiene que tener a mano unos ahorros disponibles y suficientes para salir de un mal momento, como puede ser quedarse en paro.

Por esta vía, utilizaremos los PIAS para ahorrar este dinero y así hacemos que genere una rentabilidad mayor que si los tuviéramos a la cuenta corriente. Un PIAS es un seguro de vida o ahorro que está pensado para hacer aportaciones periódicas (generalmente mensuales), con las cuales se suele crear un dinero para compensar la pensión pública, o cualquier otro cometido. La mayoría de las compañías lo había anunciado como una alternativa a PPA (Planes de Previsión Asegurados) y planes de pensiones por la posibilidad de recuperar el dinero en cualquier momento y porque al principio la mayoría de los que se ofrecían estaban garantizados. Ahora bien, se tiene que tener en cuenta que el PIAS que se utilice tiene que obtener una rentabilidad mayor al IPC.

En esta línea, muchos bancos ya anuncian sus propios productos. Por ejemplo, Banco Santander, te hace escoger un horizonte temporal previsto entre 2025, 2030, 2035, 2040 y 2045. Y te da dos opciones de ahorro: con aportaciones periódicas de 30€ a 666€ en el mes. O bien con aportaciones extraordinarias de 1.000€ a 8.000€.

O Bankinter que orienta este producto hacia los posibles pensionistas y subraya que la ventaja más relevante ante los planes de pensiones es que puede rescatar el ahorro en cualquier momento y una sola vez, pero si se opta por esta opción de rescate habrá que tributar al IRPF por los rendimientos de capital obtenidos (tributación por los rendimientos de capital mobiliario generados: 19% por los primeros 6.000 euros; 21% por los rendimientos entre 6.000 y 50.000 euros; un 23% por los rendimientos entre 50.000 y 200.000 euros y el 26% por el exceso restante) durante la vida del producto sin ningún tipo de reducción.