La patronal Cecot ha lanzado una advertencia al Gobierno catalán sobre el posicionamiento de se la industria catalana: otras comunidades autónomas ganan terreno aceleradamente por el dinamismo de la actividad industrial y los niveles de demanda que registran. Los empresarios vallesanos consideran que hay que estar vigilantes porque los datos de 2022 muestran una cierta ralentización, en especial de la industria manufacturera. Así, aunque Catalunya sigue siendo el principal productor industrial y la primera región exportadora del estado español, con un 22,4% de participación en el PIB Industrial del 2021, el Índice de Producción Industrial proyecta una aceleración de actividad en territorios como Madrid, Valencia, Andalucía y País Vasco, comparativamente superior a la de Catalunya, con datos de 2022.

Las dos crisis que prácticamente se han solapado en los últimos años -la Covid-19 y la guerra de Ucrania- han restado dinamismo a la industria catalana, en general, según los datos mostrados en el primer Barómetro Industrial que realiza la patronal. Los indicadores relativos a Cataluña y España proyectan, según el estudio, "una situación sobre la que hay que actuar con celeridad si queremos consolidar y hacer crecer la industria catalana", ha mencionado Oriol Alba, secretario general de la patronal Cecot. Entre estos indicadores, destaca que durante el 2021 la industria manufacturera representaba el 11,5% del PIB español, cuando en Cataluña tiene más peso, del 15,5% sobre el PIB catalán. Así, a nivel estatal, la industria manufacturera ha sufrido una reducción de su participación en el Valor Añadido Bruto de la economía española, pasando del 18,1% en 1997 al 12,8% en 2021. En este sentido, la Cecot pone de relieve la aceleración de actividad industrial en comunidades como Madrid, Valencia y País Vasco, comparativamente superior a la de Cataluña, tal y como muestran sus Índice de Producción Industrial.

En contrapartida, el informe demuestra cómo las empresas ubicadas en Catalunya han contenido las subidas de precios de venta industriales, absorbiendo parte del incremento todo reduciendo los márgenes empresariales, a diferencia de otras comunidades como País Vasco o Andalucía, donde el incremento de precios ha sido superior. Si bien, la industria en Madrid ha secado todavía más el incremento de costes, sin trasladarlos tanto intensamente a los precios finales.

La aceleración en el resto de comunidades autónomas también se manifiesta con los niveles exportadores. Catalunya mantiene el liderazgo exportador, representando un 24,4% de la exportación total del estado español. La sigue la Comunidad de Madrid con el 15,2%, Andalucía con el 11%, el País Valencià con el 10,2% y el País Vasco con 8,4%. Pero se muestra un aumento de actividad exportadora relativamente superior a la catalana, en especial la Comunidad de Madrid, con un 48,2% contra un 17,9% de Catalunya, durante el último año. En el 2022, las exportaciones catalanas llegaron a los 94.927 millones de euros. Los productos industriales suponen el 67,8% del total, seguido de los bienes de consumo con 16,6%, sumando, con los productos industriales, un 84,4% del total.

Las empresas evidencian todavía en sus opiniones la preocupación por el clima industrial existente. La resistencia de la demanda, la falta de suministros, el incremento de los costes y la restricciones a la financiación por culpa del incremento de los tipos de interés son los elementos principales que marcan el clima industrial. A enero de 2023, la proyección de las empresas se mantiene en signo negativo, principalmente por el empeoramiento de las expectativas de producción. Los dos factores que concentran esta limitación de la producción, a criterio de las empresas, sueño la poca demanda (44,9%) y la falta de suministro de materiales (17,4%). La falta de mano de obra (4,9%) se ha reducido como factor limitador para la producción respecto del año 2022. A cierre del pasado año, en Catalunya, había 35.688 empresas industriales que representan el 5,6% del total de empresas y, de éstas, el 63% son micros, pequeñas o medianas empresas.

Esta es una percepción que se arrastra del año pasado cuando, en general, la atracción de pedida de la industria española bajó en el segundo semestre, tal como muestra el Índice de la Cifra de Negocios, y Catalunya no fue la excepción porque registró una intensidad media de la demanda, en este caso, al mismo nivel que Madrid. "Zonas como País Vasco y Andalucía han tenido uno mayor atractivo para la demanda y eso tiene que hacer despertar la industria catalana, en competencia sana pero feroz versus estos territorios," ha manifestado el responsable del barómetro, Sebastià García, asesor en Gestión Económica, Costes, Márgenes y Rentabilidad de la Cecot.

El Barómetro Industrial también menciona una de las fragilidades del tejido industrial catalán: su dimensión. Y pone datos. El 99,4% de empresas industriales sueño pymes; de estas, el 60,5% tienen asalariados (de 1 a 249 asalariados) y el 38,8% sueño empresas industriales sin asalariados. Solo el 0,6% de empresas industriales tienen 250 o más trabajadores. En este sentido, considera estratégico desarrollar planes de acción público-privados dirigidos a apoyar las actuales industrias a ganar dimensión y suban implementar las mejoras en los ejes que propone el PNI como sueño la sostenibilidad, la digitalización, el empleo de calidad y la ocupación de suelo industrial. El presidente de la entidad, Xavier Panés, ha defendido la necesidad de intensificar las actuaciones dirigidas a consolidar el actual tejido industrial, y se ha referido al hecho que "no tenemos que hablar de necesidad de reindustrialización, sino de industrializarnos encara más de los niveles actuales del territorio" y ha reclamado medidas para mejorar la competitividad de las empresas, que van desde la reducción de la burocracia administrativa, en las acciones hacer asentar un marco y una seguridad jurídica hasta la redefinición de un marco de trabajo adaptado a las necesidades del siglo XXI.