El sindicato Unión de Pageso (UP) ha iniciado contactos con organizaciones agrarias de Francia para convocar una movilización masiva a la frontera francesa, para hacer llegar las reivindicaciones "con más fuerza y contundencia" en Bruselas. La decisión se está trabajando "para las próximas semanas" y se espera que se sumen otros territorios de España, como el País Vasco, o de Europa, según ha explicado el coordinador nacional de UP, Joan Caball. Los agricultores catalanes insisten en el hecho que los compromisos que el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Janusz Wojciechowski, "son insuficientes" y algunas "de difícil ejecución porque no son propuestas reales" si se tiene en cuenta que habrá elecciones europeas en junio. En este sentido, Caball se ha referido a un nuevo reglamento que reduzca un 50% la burocracia a que está sometido el sector agrario europeo.

El sindicato defiende la movilización transfronteriza porque, aunque cada territorio tiene una realidad diferente, "hay aspectos que nos afectan en todos y tenemos que sumar esfuerzos y conseguir sinergias; no tenemos que bajar la presión porque la lucha se ha empezado para que llegue a buen puerto", ha insistido Caball. Los agricultores catalanes insisten en decir que hace falta "un grito unitario del campesinado europeo, alertando que o hay soluciones para el campo, o la agricultura desaparecerá en los territorios europeos, y eso pondrá en riesgo la alimentación diaria". Han recordado que la PAC no lo ha resuelto todo, porque no solo se tiene que velar por el sector desde el punto de vista de las exportaciones, "hay muchos más temas a resolver" que están ahogando al campesinado.

La convocatoria de la movilización "no tiene fecha, pero querríamos que fuera la próxima semana", ha dicho el coordinador del sindicato y ha recalcado que para esta semana los esfuerzos están puestos en la tractorada que se hará el miércoles 21 delante del Ministerio de Agricultura en Madrid, en la que Unió de Pagesos espera concentrar más de medio millar de campesinos, que se sumarán a alguna de las columnas que entren en Madrid. Los agricultores denuncian los mensajes contrapuestos que también están recibiendo del Gobierno: "no puede ser que el ministro apunten que se pueden hacer retoques en la ley de la cadena alimenticia y que el presidente Pedro Sánchez asegure que se modificará la ley". Este es uno de los aspectos que, en el caso de España, ha puesto a los agricultores en pie de guerra, dado que "la ley no define la posición de dominio que tiene la gran distribución en toda la cadena de valor alimentaria". ¿Cuántas sanciones se han puesto a la gran distribución por esta posición de dominio?, se ha preguntado el coordinador del sindicato. Caball ha recordado que el próximo viernes el sindicato mantendrá una reunión con el secretario de Agricultura del Ministerio español, a la Delegación del Gobierno en Barcelona, para exponerle una vez más sus reinvindicacions.

Aspectos que también quedan pendientes de resolver, a pesar de las jornadas de movilizaciones que han hecho los campesinos por toda la Unión Europea, son el control de la reciprocidad de las normas europeas en todos los productos importantes, "que no se cumple". Si no al contrario, Caball ha alertado de que la semana entrante, en el consejo de Agricultura de la UE está previsto convalidar un acuerdo comercial con Chile, en el cual no se incluye ninguna cláusula de reciprocidad -lo que se conoce como cláusulas espejo. Por eso, los agricultores mantendrán conversas con los partidos políticos para conseguir que "voten en contra de este acuerdo comercial".

La incorporación de los jóvenes en el campo y la viabilidad de sus negocios figuran también entre las reivindicaciones. Desde Jóvenes Agricultores de Unió de Pagesos, sus responsables reclaman al Gobierno que revise las subvenciones que vienen de Europa y que se doble la delgada base para nuevas incorporaciones, ya que el actual no cubre los gastos después del incremento de costes registrado en los últimos años; que se aplique una bonificación fiscal del 50% en las inversiones, entre otros.

Capítulo aparte son las medidas para luchar contra la sequía. En este caso, las conversaciones con la Generalitat se intensificarán. "Es una obviedad que el sector agrario está pagando los platos rotos", porque se le están aplicando más exigencias que al resto de sectores económicos, según el sindicato.