Aena ha iniciado un proceso de contratación estratégico para la seguridad, con la finalidad de construir un escudo digital integral alrededor de su extensa red de aeropuertos. La licitación, valorada en 216,8 millones de euros, constituye uno de los esfuerzos inversores más significativos dentro del sector de las infraestructuras críticas en España. Esta decisión se basa en un análisis de riesgo cada vez más urgente, en un contexto mundial donde las infraestructuras de transporte se encuentran en el punto de mira de ciberataques sofisticados que amenazan la continuidad operativa. El proyecto tiene como objetivo técnico fundamental la segregación y el endurecimiento de los entornos tecnológicos críticos. Esta arquitectura de seguridad pretende establecer barreras definitivas entre los ámbitos de comunicaciones, sistemas informáticos y ciberseguridad.

La voluntad es limitar al máximo el riesgo de propagación lateral en caso de que un atacante comprometa uno de los sistemas, asegurando así la contención de la incidencia y la preservación de los servicios esenciales. El contrato está diseñado para una ejecución a lo largo de un ciclo de cinco años, una temporalidad que refleja la complejidad de la implementación y la necesidad de una integración progresiva y sin disrupciones en entornos operativos de máxima disponibilidad. Su estructura en tres lotes diferenciados permite a Aena atraer tanto a consorcios tecnológicos integrales como a especialistas de mercado líderes en cada dominio específico.

La distribución financiera de la inversión revela las prioridades técnicas del operador. El lote de mayor importe económico, dedicado a los sistemas informáticos, absorbe casi 120 millones de euros. Esta partida se destinará a la renovación profunda del *back-end* tecnológico, incluyendo la sustitución y ampliación de servidores, la implantación de nuevas infraestructuras de almacenamiento de datos de alta disponibilidad y la adquisición de licencias de software de base y de gestión.

La operativa diaria y la futura digitalización

Se trata de una actualización fundamental para sostener tanto las operaciones diarias como los futuros proyectos de digitalización. En segundo término, el lote de comunicaciones, dotado con 48 millones, está orientado a modernizar las redes de telecomunicaciones interiores y de conexión entre aeropuertos. Esta renovación es indispensable para garantizar la velocidad, fiabilidad y seguridad en la transmisión de datos operativos, de seguridad y de gestión del tráfico aéreo. Finalmente, el lote específico de ciberseguridad, a pesar de contar con una asignación más modesta de unos 12 millones de euros, tiene un papel absolutamente crítico. Estos fondos se destinarán a la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas de detección, protección y respuesta, como sistemas de detección de intrusos de nueva generación, plataformas de respuesta automatizada y herramientas de monitorización.

El procedimiento de selección seguirá las normas generales de contratación pública con una particularidad relevante: el criterio de adjudicación será el del menor precio, con una ponderación del 100%. No obstante, este criterio económico está condicionado a una calificación rigurosa en la que se exigirá a los licitadores que demuestren una solvencia técnica, económica y financiera sin sombras. Los pliegos incluyen los motivos de exclusión obligatorios y no se contempla ninguna prórroga del contrato más allá de los cinco años iniciales. Toda la inversión se financiará con fondos propios de la empresa, sin recurrir a fondos europeos, lo que subraya su prioridad dentro de su estrategia corporativa.

Esta licitación se contextualiza dentro del marco más amplio del Plan Director de Inversiones 2027-2031 de Aena, que representa un desembolso sin precedentes de 12.888 millones de euros. Dentro de este plan, el capítulo dedicado específicamente a ciberseguridad y transformación digital está valorado en unos 1.000 millones de euros, siendo la licitación actual la piedra angular y la primera manifestación a gran escala de este compromiso. El objetivo último es construir una red aeroportuaria no solo conectada y eficiente, sino también intrínsecamente segura y resiliente por diseño