Un 61% de las empresas catalanas conocen los fondos Next Generation, según la encuesta de clima empresarial del primer trimestre elaborada por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) y la Cambra de Comerç de Catalunya. O sea, que cuatro (3,9 para ser exactos) de cada diez empresas ni siquiera saben de su existencia. Además, entre los que conocen estas ayudas, un 42% de empresas considera que no los puede ayudar en su actividad empresarial y que, por lo tanto, no les pedirán.

Solo un 23,5% de este 60% que los conoce ya ha pedido alguna ayuda, cifras mejores que el año pasado, que era del 17,1%. Un 13,3% tiene intención de hacerlo, por el 16,9% del año pasado, y un 16,9% cree que necesita más información para hacerlo, menos que el 23,9% del año pasado.

La presentación de demasiada documentación es el principal inconveniente, que apuntan un 70% de las empresas, en estas ayudas.

Por sectores, el comercio, con un 47,4% de reticencia, la construcción, con un 39,6%, y el resto de sectores (sin contar los mencionados, la hostelería y la industria), con un 52,6%, son los que más consideran que su actividad no se adecua a las ayudas europeas.

La hostelería, muy golpeada por los cierres de la pandemia, es el sector donde más ayudas se han pedido (un 26,7%) y donde más conocimiento (un 68%) existe y la construcción (42,4%) el que menos.

Esta línea de préstamos de origen europeo administrada por el estado español nació como inyecciones económicas en las empresas para recuperarse de la pandemia y siguen repartiéndose, sobre todo, por actividades ligadas a la transición energética. El estado español tiene asignados 750.000 millones de euros entre préstamos y ayudas.

Digitalización y transición ecológica

La encuesta de Idescat y la Cámara también analiza el esfuerzo que dicen hacer las empresas para caminar hacia la transición ecológica y la digitalización, nuevos vectores de la economía y vías claves para los fondos europeos. Un 91% están dedicando esfuerzos a la digitalización básica del negocio, pero solo un 40,5% trabaja al conseguir comercio electrónico y solo un 29% trata de incorporar robótica y otras tecnologías avanzadas de producción.

Solo la mitad de las empresas (un 49,4%) dice estar haciendo actuaciones para disminuir el impacto ambiental, cifra que se dispara en la hostelería (con un 66,7%) y se encoge a la construcción, donde solo un 41,3% dedica esfuerzos. Entre las empresas que trabajan para reducir el impacto ambiental, un 84,9% lo hace a través del reciclaje y la economía circular, mientras que solo un 54% está aplicando reformas para mejorar aislamiento térmico y utilizar materiales sostenibles.