El torio, que hoy se utiliza para fortalecer el magnesio y recubrir el alambre de tungsteno en equipos eléctricos, se presenta como firme alternativa al uranio como combustible nuclear. Así se indica, al menos, en un reportaje que edita en su web Foro Nuclear, la entidad que representa en España los intereses de este sector. El torio también se utiliza en la fabricación de lentes de cámaras e instrumentos científicos, cerámicas resistentes al calor, motores de aviones y bombillas.

Torio central nuclear

¿Qué es el torio?

Su símbolo es Th y su número atómico el 90. Fue fue descubierto por el químico sueco Jöns Jakob Berzelius, quien lo nombró en honor al dios nórdico Thor. En 1828 fue aislado por primera vez y años después el matrimonio de físicos Pierre y Marie Curie descubrió que emitía radiactividad. Pertenece a la serie de los actínidos y se encuentra en pequeñas cantidades en la mayoría de rocas y suelos. De hecho, es tres veces más abundante que el uranio. En estado puro es blando, de color blanco plateado y se oxida gradualmente hasta ennegrecer. En todo el mundo, existen unos doce millones de toneladas explotables. India concentra la mayoría de yacimientos, pero también hay depósitos en Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Groenlandia, Noruega, Rusia, Sudáfrica y Venezuela. En España no se dispone de reservas probadas, de momento, pero tampoco se ha realizado una búsqueda intensiva desde el Instituto Geoilógico Minero (IGME).

¿Qué ventajas tiene?

El torio es más abundante que uranio y, también,  ofrece más rendimiento, ya que todo el torio que se extrae se puede utilizar en reactores. Del uranio natural sólo se puede usar un isótopo, el U-235, que representa el 0,7% del uranio presente en nuestro planeta. También produce menos residuos radioactivos, ya que para usar el torio como fuente de energía basta con convertir el isótopo Th-232 en U-233 en reactores rápidos y subcríticos que, explican desde Foro Nuclear, “producen menos plutonio y elementos transuránicos” . Con ello el volumen de materiales radioactivos a gestionar es menor. Con todo, el torio también plantea problemas porque, aunque es adecuado para reactores de sales fundidas que presentan menos riesgos que los convencionales, todavía no se ha desarrollado un método rentable para convertirlo en combustible. También sería necesario desarrollar nuevos reactores y articular sistemas de extracción. Hoy, dada la escasa demanda de torio, la minería de este elemento es cara.  En India y China, con todo, ya están investigando para convertir los reactores de sales fundidas en el modelo de reactor hegemónico del futuro.