Llega el invierno y conducir se complica: la niebla, la lluvia, la nieve y el frío nos obligan a redoblar precauciones, pero el viento tampoco debe desdeñarse. Hoy, queremos ofrecerte unos sencillos consejos para que conducir con viento sea más fácil.
Mano firme
Si circulas con los neumáticos en mal estado, te costará mucho lidiar con vientos fuertes y si no has colocado la carga de manera racional, también. Garantizado ya esto, tienes mucho ganado: basta con que cojas el volante con firmeza y, atento durante todo el viaje, seas capaz de no dejarte despistar por un enemigo, el viento, que por muy fuerte que sople, sólo podrá alterar mínimamente la trayectoria de tu coche. Si eso sucede, no des volantazos y, sobre todo, mantén la calma.
Cuidado con los SUV
Extrema las precauciones todavía más si, como casi todo el mundo ahora, tienes un SUV. Los SUV son coches más grandes y altos y el viento los golpea más fuerte. Por eso, debes mantener cogido el volante con todavía mayor firmeza.
Adelantamientos, puentes y túneles
Si sopla viento fuerte, adelantar es un disparate, especialmente si el vehículo al que quieres rebasar es más grande que el tuyo: tómatelo con calma y recuerda que es mejor llegar tarde que no llegar nunca. Y cuidado con los túneles porque, cuando salgas, Eolo volverá a golpearte con todas sus fuerzas, así que no te despistes. Los puentes también son zonas peligrosas así que, en ellos y en cualquier otro punto, mantén la calma, no sueltes el volante y, sobre todo, no corras más de la cuenta.