Los míticos F-4 Phantom podría volver a volar, pero esta vez, con una misión muy diferente. Starfighters International, una empresa con sede en el Centro Espacial Kennedy, tiene entre manos un ambicioso plan: adquirir una docena de estos icónicos cazas de la Guerra Fría, procedentes del inventario de Corea del Sur, y lanzarlos al servicio de la era espacial.
La resurrección de los F-4 Phantom
La compañía Starfighters International tiene en su flota el modelo Starfighter, un avión ágil y capaz de alcanzar la estratosfera, que ha sido utilizado hasta ahora en labores de investigación y desarrollo. Sin embargo, los F-4 Phantom, con mayor capacidad de carga, se perfilan como la plataforma ideal para el despegue de pequeños satélites hacia la órbita baja terrestre.
La visión de la empresa estadounidense es muy clara: ofrecer un acceso rápido y flexible al espacio, una necesidad cada vez más importante en el sector espacial. Starfighters International tiene una trayectoria de tres décadas, que la ha llevado a convertirse en un pilar de la investigación y desarrollo.
Desde 2007, su flota de siete F-104, ha operado desde el célebre Centro Espacial Kennedy. Ahora, con una nueva instalación de 14.000 metros cuadrados en Texas, aun en construcción, la empresa pretende poner su mira en las estrellas. Los detalles de la adquisición, desvelados en un informe de la SEC de abril de 2025, son fascinantes.

La compañía busca hacerse con doce F-4 Phantom II, que han sido dados de baja por la Fuerza Aérea de la República de Corea, además de un MD-83 y un DC-9 como aviones de apoyo. Sin embargo, dada la situación política actual en Corea del Sur, se han producido retrasos, obligando a renegociar los términos del acuerdo.
A pesar de este problema, Starfighters International ya ha realizado un primer pago de más de 2 millones de euros, con el fin de utilizar las aeronaves como plataforma de lanzamiento para el espacio. La capacidad de lanzar cohetes, como el Starlaunch 2, desde F-4 Phantom II ofrecería una agilidad sin precedentes y abriría la puerta a lanzamientos más adaptados a las necesidades específicas de la órbita deseada.
Si Starfighters International logra sortear los desafíos que tiene por delante, los cielos de Estados Unidos podrían volver a vibrar con la presencia de los F-4 Phantom. En el caso de que estos icónicos cazas crucen el charco, no solo hablaremos de una proeza de ingeniería y logística, sino que se iniciaría una era más accesible y flexible para la conquista del espacio.