Según la RAE, se entiende como rural todo aquello que se vincula al campo; desde las labores que le son propias hasta las características de sus habitantes. Por eso, lo rural (si quiere seguir siéndolo) tendrá que ser también digital. En Aragón, por ejemplo, lo tienen más que claro.

5,3 millones para conseguirlo
Y para lograrlo, disponen de una partida de 5,3 millones de euros que gestionará el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) para, explican los responsables de la agencia pública de desarrollo regional aragonesa, para “formar en materia digital a trabajadores, empresas y emprendedores del mundo rural”. Que el campo lleva desde hace años viviendo un proceso de tecnificación constante que se ha convertido, además, en sine qua non y no ya en simple opción es bien sabido en una región que sólo tiene una ciudad (Zaragoza) que supera los 100.000 habitantes.
Herramienta clave
Los fondos disponibles permitirán crear lo que ya se denomina desde el Gobierno de Aragón la Academia Rural Digital, una herramienta que nace para “fortalecer la formación y el emprendimiento de la mano de la tecnología” en las zonas rurales y que entiende las TIC como “herramienta clave” para la transformación. Entre los contenidos que se ofrecerán figuran materias tales como el liderazgo, el emprendimiento, el management, el marketing y la gerencia comercial. La madurez de los servicios y soluciones tecnológicas, explican los promotores de la iniciativa, requieren de “fuerza laboral con aptitudes digitales” y no ya para áreas como el comercio o el turismo, sino también para la agricultura. Sin ir más lejos, desde el Ministerio de Transición Ecológica se destinan 100 millones de euros a modernización de regadíos.