¿Cómo funciona un purificador de aire? Con la llegada de la primavera, el interés por dispositivos como los purificadores de aire se dispara, habida cuenta que se calcula que hasta un 25% de la población sufre algún tipo de alergia o intolerancia al polen. Muchas marcas de electrodomésticos como Dyson, Philips o Xiaomi presentan los suyos estos días pero, ahora bien, ¿Qué son exactamente y cómo funcionan estos dispositivos que cuestan entre 100 y 800 euros según qué fabricante escojamos?

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¿Qué son?

Los purificadores de aire son dispositivos que atrapan las partículas presentes en el aire de un espacio. Al hacerlo, se crea una atmósfera saludable y se eliminan olores y agentes químicos que pueden llegar a ser molestos no nocivos en concentraciones elevadas. La eliminación de estas partículas mejora el bienestar de personas aquejadas de problemas respiratorios crónicos como el asma o que sufren alergias.

¿Cómo funcionan?

Los purificadores de aire combaten, explican desde Dyson, “la contaminación que no podemos ver”. La mayoría, señalan, “están diseñados con un filtro y un ventilador para absorber la mezcla de aire interior y hacer circular el aire limpio hacia el exterior”. Según la marca elegida, pueden incluir también sensores que detectan los contaminantes en el aire antes de filtrarlos en etapas. Así, después de que el aire de un espacio cerrado sea aspirado por el purificador y se capturen los contaminantes, el aire limpio pasa a través de un filtro interno y se redifunde hacia la habitación.

Ventajas e inconvenientes

Aunque los filtros que incluyen estos dispositivos capturan con facilidad partículas de polvo y de polen, su capacidad para eliminar compuestos volátiles es limitada. Por ello, se aconseja que las personas que sufren alergias utilicen siempre, si se deciden a ello, purificadores con filtros de alta eficiencia, que son los más adecuados para capturar partículas finas.  Más allá de la inversión, adquirir un purificador de aire no genera efectos adversos, especialmente ahora que, a diferencia de lo que ocurría hace años, no producen ozono. El ozono, eso sí, agrava el asma.