Aunque no es lo más común en el día a día, es posible trasladar edificios completos una vez construidos mediante técnicas de ingeniería muy avanzadas. El método varía dependiendo de su tamaño, peso, estructura y la localización, pero los más habituales son el traslado sobre raíles o rodillos (se colocan sobre estructuras móviles y se desplaza lentamente hacia su nueva ubicación), la división por secciones (se «desmonta» por partes y luego se vuelven a montar en otro sitio) o con gatos hidráulicos (se levantan los cimientos y se mueve entero, incluso la fachada, muy lentamente).

El traslado de un edifico entero se puede deber a diversos motivos, como preservar patrimonio histórico, salvarlo de demoliciones por obras de infraestructura, evitar daños por catástrofes naturales o, simplemente, por razones económicas o urbanísticas. A lo largo de la historia encontramos varios ejemplos, como Abu Simbel en Egipto y el Gem Theatre en Detroit (Estados Unidos).

Como te podrás imaginar, trasladar un edificio completo no es fácil ni tampoco barato. Presenta diversos desafíos para los ingenieros, más allá de los altos costos, pues se pueden producir daños estructurales, además de una planificación al milímetro por un equipo muy especializado. Sin embargo, en China, más de 400 robots han movido de sitio un complejo de edificios de nada más y nada menos que 7.500 toneladas.

Un proyecto complicado por la antigüedad del complejo y la zona

https://youtu.be/Hp2XQzA1lKo

Un complejo de edificios de 7.382 toneladas (7.500 toneladas métricas) y alrededor de 4 mil m²se ha desplazado cerca de diez metros por día utilizando un numeroso ejército de pequeños robots. No es parte del argumento de una película de ciencia ficción, sino que ha ocurrido en China, más concretamente en Shanghái.

El complejo Huayanli cuenta con edificios tradicionales de estilo shikumen (estilo arquitectónico tradicional de Shanghái que combina elementos occidentales y chinos. En su idioma natal, significa “Puerta de piedra”), los cuales se están trasladando para permitir la construcción de una estructura subterránea de tres pisos justo debajo de él.

La intención es desarrollar nuevas zonas culturales y comerciales de 53 mil m², un estacionamiento con más de 100 espacios y un centro de transporte que conectará las líneas 2, 12 y 13 del metro en la ciudad. El traslado supone un reto porque el complejo actual fue construido entre las décadas de 1920 y 1930.

El traslado es temporal y una vez finalicen las obras subterráneas, el complejo volverá a su ubicación original. Para realizarlo, se han necesitado 432 pequeños robots andantes que pueden levantar la estructura con suavidad y luego arrastrarse muy lentamente. Se ha optado por ellos porque la zona está llena de callejones estrechos y edificios antiguos, por lo que las herramientas de construcción tradicionales no eran una opción.

Para el proyecto se usaron robots de perforación para las obras de cimentación, capaces de navegar por pasillos y puertas estrechos, además de robots especiales con brazos plegables capaces de operar en espacios de hasta 1,2 metros de ancho. Se usó también inteligencia artificial de aprendizaje profundo para que las máquinas lograran distinguir entre arcilla y obstáculos sólidos.