En Hungría lo tienen claro: garantizan la cobertura de sus necesidades energéticas con quien consideran más oportuno y sin que ninguna presión del resto de países de la UE les haga titubear lo más mínimo. Si hace unos días anunciaban que será Rusia quien les ayude a ampliar su capacidad de generación de energía eléctrica instalando nuevos reactores en su única central nuclear, ahora anuncian que comprarán gas a Turquía, país miembro de la OTAN que mantiene cordiales relaciones con Rusia.

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Acuerdo bilateral

El acuerdo contempla la adquisición durante 2024 de 275 millones de metros cúbicos de gas y se concretó durante una reciente visita del presidente turco Erdogan a Hungría. “Nuestra cooperación energética se ha colocado en una nueva dimensión”, explicó el ministro húngaro de exteriores Péter Szijártó.

Diversificación

Con el acuerdo, la Hungría que preside Viktor Orbán busca “diversificar” sus fuentes de energía. Hoy, el país centroeuropeo importa de Rusia el 85% del gas que consume y el 65% del petróleo que necesita. Hungría está considerada como la nación miembro de la UE que mejores relaciones mantiene con Moscú. Con todo, y aunque las ha criticado, hasta el momento se ha adherido a todas las medidas de castigo acordadas por la UE en relación a Rusia