El sector hotelero vive una época de cambios: pagos sin contacto, chatbots que permiten reservar habitaciones y múltiples opciones de interconexión que permiten disfrutar de las vacaciones de maneras que, hasta hace unos años, nadie imaginaba. La realidad virtual forma parte ya de nuestras vidas y el sector hotelero no es ajeno a esta revolución.
¿Qué aporta la realidad virtual a los hoteles?
En sí, es una herramienta de ventas: los folletos han quedado obsoletos y las gafas de realidad virtual se han convertido en la mejor herramienta posible para seducir a los clientes con las mejores imágenes y los vídeos más sugestivos de destinos de cuento que, una vez vistos en formato virtual, se convierten en objeto de deseo.
La digitalización cambia todo
Durante los últimos años, todos los sectores se han tenido que adaptar a los nuevos hábitos de la población. Los sistemas digitales de acceso a la información son herramienta de uso cotidiano y los hoteles las utilizan para establecer contacto directo con clientes potenciales y efectivos para fidelizarlos más y mejor. En 2050, se calcula que el 50% de las tareas asociadas a una reserva pueden ser automáticas, y eso reducirá las necesidades de personal y, probablemente, pueda llegar a abaratar precios. Los hoteles del futuro, está claro, no se construirán sobre ladrillo, hormigón y cristal: se construirán sobre experiencias. El camino está trazado.