Las almazaras especulan o, al menos, eso es lo que dicen los comercializadores y envasadores de aceite y, para ello, echan mano del balance de existencias físicas de aceite de oliva que mensualmente publica el Ministerio de Agricultura. Mientras que en octubre de 2021, cuando el aceite más utilizado en nuestro país era mucho más asequible que hoy, los envasadores almacenaban 205.700 toneladas y las almazaras, 161.000. En febrero de 2022, las cifras eran otras: las almazaras disponen en sus depósitos de 887.500 toneladas y los envasadores tienen en los suyos 260.000 y, ahora, están en la misma línea: en diciembre las almazaras tenían 384.000 toneladas y los envasadores, 242.000 con la campaña a punto de arrancar. Todo sucede, además, al tiempo que la producción mengua y pasa de los 1.489 millones de toneladas de hace un año a los 773 de ahora. ¿Por qué acaparan aceite las almazaras?

020223 Aceite (1)
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La teoría de los envasadores y los comercializadores

El supuesto acaparamiento que las almazaras estarían llevando a cabo pretende, dan por hecho envasadores y comercializadores, presionar los precios al alza para lograr que el litro de aceite de oliva llegue en breve, a los 6 euros, momento en el que las almazaras liberarían las existencias que acumulan para intentar recuperarse de dos campañas muy complejas en las que la inflación ha afectado a un sector intensivo en energía. La queja principal de las distribuidoras, representadas por la Asociación Nacional de Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac) y la Asociación de Comercio Exportador de Aceites (Asoliva) tiene que ver con la manera como se han repercutido los costes: los precios en origen, que son lo que pagan ellos, han subido un 60% y el consumidor paga, según recoge el INE, un 35% por cada botella de aceite.

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El impuesto al plástico

Al tiempo, la demanda se reduce porque los consumidores ni quieren ni pueden pagar un aceite a precios nunca vistos antes. Ni siquiera la rebaja del IVA que aplica el Gobierno a este producto soluciona el problema, porque el impuesto al plástico la neutraliza. Los productores, por supuesto, también dicen que no cubren costes y los consumidores, mientras ¿qué hacen? Pues, muy fácil:. Miran las botellas de aceite de girasol o de orujo de oliva con otros ojos.