Encontrar intersecciones reguladas por señales o semáforos es cada vez más inhabitual en España. Lo es porque, desde hace más de dos décadas, en pueblos y ciudades de todo el territorio se ha escogido otra solución para garantizar la seguridad de conductores y viandantes. Son las rotondas y, en toda España y según la DGT, hay unas 80.000. Según indican, hace que el tráfico sea más fluido y hacen innecesarios los semáforos, con lo que municipios y provincias ahorran mucho dinero.

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Diferentes nombres según los países que las usan

El término rotonda, además de en España, se utiliza en países como Argentina, Chile, Cuba o México. En Perú las denominan óvalos y en Colombia y Venezuela, redoma. En Ecuador y El Salvador son más clásicos: redondel. Los anglosajones las llaman roundabout. En Francia, el país que las inventó, se llaman rotonde.

Desde principios del siglo XX

Las primeras rotondas datan de principios del siglo XX y, en Europa, las diseñó el arquitecto francés Eugène Hénard. La primera la construyó allá por 1907 en París, en la intersección de las avenidas Richeliue y Drouot. Al tiempo, en Estados Unidos otro urbanista, William Phelps, propuso un sistema similar en Columbus Circle (Nueva York). Algunos, sin embargo, dicen que la primera rotonda europea está en Görlitz (Alemania), donde se construyó una en 1899. En España, hay que decirlo, también se llaman glorietas.