China vuelve a mirar al espacio con ambición. La misión Tianwen-2 despegó con éxito este miércoles desde la base espacial de Xichang, en el suroeste del país, a bordo del cohete Long March 3B. Su objetivo es capturar material de un asteroide aun sin explorar y traerlo de vuelta a la Tierra. Después, la nave proseguirá su viaje hacia un misterioso cometa con órbita estable entre Marte y Júpiter.

China se adentra en el sistema solar con su nueva misión Tianwen-2

La misión de la que te estamos hablando es la segunda gran incursión china en la exploración interplanetaria tras Tianwen-1, que en 2021 logró posar una nave en Marte. Esta vez, el reto se multiplica exponencialmente: una doble recogida de muestras, en una trayectoria que se prolongará durante más de una década, y una promesa científica que podría arrojar nuevas claves sobre el origen de la Luna.

La primera parada será el asteroide 469219 Kamoʻoalewa. Este es un diminuto cuerpo de unos 60 metros de diámetro, que orbita el Sol de forma muy parecida a la Tierra. Esta condición lo convierte en una suerte de satélite relativamente estable y, por tanto, en un candidato idóneo para una misión de ida y vuelta que apenas durará dos años y medio. Mucho menos que los seis o siete años que necesitaron las misiones Hayabusa 2 y OSIRIS-REx para lograr una hazaña similar.

Los ingenieros chinos, tal y como se describe en el comunicado publicado en la página web de la Administración Espacial Nacional China, han ideado un sistema de captura múltiple: desde una maniobra de contacto directo, como ya hicieron anteriores misiones de Japón y Estados Unidos, hasta un método de “anclaje y perforación” con cuatro brazos robóticos. El objetivo es recolectar al menos 100 gramos de regolito, aunque la cifra definitiva aún no ha sido revelada.

Recreación del viaje de la misión Tianwen-2 a cargo de la Administración Espacial Nacional China
Recreación del viaje de la misión Tianwen-2 a cargo de la Administración Espacial Nacional China

Sin embargo, la misión no terminará ahí. Tras soltar en la Tierra una cápsula con las muestras, se calcula que en el año 2027, la sonda redirigirá su rumbo hacia el asteroide activo 311P/PanSTARRS, un objeto peculiar que muestra un comportamiento similar a un cometa, pese a residir en pleno cinturón de asteroides. Será la primera vez que una nave visite de cerca uno de estos cuerpos híbridos, una pieza aún enigmática del puzle cósmico.

El programa Tianwen, que significa “preguntas al cielo” en mandarín, da muestra de cómo China quiere continuar expandiendo su ciencia más allá de la Luna. Tras posicionarse como líder en la exploración lunar durante esta década, el país asiático aún tiene metas mucho más ambiciosas: traer muestras marcianas con Tianwen-3 en 2028, orbitar Júpiter con Tianwen-4 en 2029 y regresar a la atmósfera de Venus en la próxima década.

Mientras tanto, la NASA mantiene, a duras penas, diversas misiones activas, que cubren desde el regreso a la Luna, la llegada a Marte o viajar a los confines del sistema solar. Sin embargo, parece que la administración de Donald Trump es una seria amenaza para algunos de estos planes, incluidos el retorno de muestras marcianas o la misión DAVINCI a Venus.