En China todo se hace a lo grande y, por eso, han planificado ya al detalle las inversiones que deben permitir que el país se convierta (también) en una potencia solar y fotovoltaica. De aquí a 2030, pretenden disponer de 1.200 GW de potencia renovable instalada y, con 1 GW, se cubren las necesidades anuales de 750.000 hogares. China, por tanto y si cumple sus planes, estará en condiciones al final de esta década de suministrar energía a 900 millones de hogares o, si contamos que en cada vivienda viven 2,5 personas, a 2.250 millones de individuos. Y eso es 1,6 veces su población actual. Si quiere, China se puede convertir en una nación 100% renovable. Y para conseguirlo, empezarán (literalmente) por el tejado.

Gaoan tejado solar
 

¿Cómo quieren hacerlo?

A diferencia de lo que se hace en Europa, donde la mayoría de los países plantean grandes instalaciones fotovoltaicas en campos poco productivos en términos agrícolas, China pretende utilizar para instalar la mayoría de los paneles fotovoltaicos que va a necesitar las cubiertas y los tejados que llenan su geografía. En España, es cierto, cada vez son más los particulares que deciden instalar sistemas fotovoltaicos en sus tejados, pero en China no se conforman con eso: el Estado será quien lo promueva. Y China, ya lo sabemos, no es una democracia.

Un plan ya en marcha

Cuando hablamos del gigante asiático, la verdad oficial se publica en China Daily, el rotativo en inglés que edita el Partido Comunista y en 2021 hablaban ya de 21,4 GW de potencia fotovoltaica instalada sobre tejados, pero no sólo residenciales. Por ejemplo, en 2022 y en la provincia central de Jiangxi, se acometió la construcción del que se considera uno de los mayores tejados fotovoltaicos del mundo, que ofrece 120 MW de capacidad distribuidos sobre los 665.000 metros cuadrados de la cubierta de una fábrica de cerámica para la construcción. 

Antes de 2026, esperan haber instalado 500 GW más según reconocía hace nada SolarPower Europe y, a buen, seguro, gran parte de las células fotovoltaicas que harán falta se van a instalar en tejados residenciales o industriales. Ellos, todo sea dicho, lo tienen fácil: pueden hacerlo por decreto. En Europa, sin embargo, todo es más difícil.