¿Cómo son las fábricas, granjas, almacenes y talleres? Seguramente, pienses en edificios grandes, de una planta y con salas diáfanas, pero no siempre son así. En España, sin ir más lejos, localidades con espacio disponible como Eibar son famosas por sus edificios industriales integrados en el casco urbano y con varias plantas de altura y, la Barcelona amurallada de principios del XIX fueron habituales las casas-fábrica de varias plantas. Ahora, en China, aplican este modelo de construcción industrial en altura del que es también ejemplo la primera fábrica de Chorizos Revilla de Ólvega (Soria), que dejó de funcionar en 2022 y podría convertirse en viviendas a un sector muy relacionado con la antigua planta soriana: la cría de cerdos.
Una granja de 26 plantas
La fábrica de chorizos de Ólvega, con todo, sólo alcanzó las ocho plantas, pero lo que acaban de plantear en China es mucho más grande y tiene 26 pisos. Se situará en la provincia de Hubei, en concreto en la localidad de Ezhou y la promueve la empresa Hubei Zhongxin Kaiwei Modern Animal Husbandry. Funciona desde octubre y, en este 2023, está previsto construir una estructura gemela de idénticas dimensiones. Cuando la obra se complete, podrán criar 1,2 millones de cerdos al año que estarán vigilados por un sistema de cámaras y dispondrán de hasta 30.000 puntos de alimentación automáticos capaces de distribuir el pienso en función del peso, la edad y la salud del animal. Hasta las heces se aprovecharán, en este caso para generar electricidad. Cada planta de los dos edificios funcionará como una granja autónoma y las dos torres sumarán 800.000 metros cuadrados. Construirlas cuesta 547 millones de euros.
En China les encanta el cerdo
China es hoy el mayor consumidor de carne de cerdo del planeta con casi 60 millones de toneladas consumidas cada año, lo que representa casi el 50% de la demanda mundial. Cada chino, consume unos 30 kilos de carne de cerdo y productos derivados al año. En España, consumimos en torno a un millón de toneladas al año, lo que equivale a unos 21 kilos por persona, de los que 12 son de productos procesados. Aunque consumen mucho, en China también importan carne y, de hecho, nuestras empresas les venden en torno a un millón y medio de toneladas anuales. La construcción en altura, que permite consumir menos suelo para producir la misma riqueza o más, parecía pasada de moda, pero ahora, del mismo modo que se reivindica en Europa para complejos turísticos (Benidorm es un ejemplo) China la aplica para otros negocios tan o más importantes.
