Los paneles solares se han convertido en uno de los métodos de obtención de energía limpia más extendidos. Cada vez es más habitual encontrarlos en los tejados de más y más edificios, incluso en las casas particulares. Ayudan a reducir significativamente el coste de las facturas de electricidad, siendo una inversión a largo plazo que se amortiza por sí sola.

Como la luz del sol no se agota, se trata de una fuente de energía disponible en prácticamente todo el mundo. Sin embargo, funciona mejor en los territorios más soleados, por lo que España es un lugar idóneo para implementarlos (se estima que la media de días de sol es de 300; 2.500 horas de sol al año).

No obstante, el calor «extremo» no sienta demasiado bien a los paneles solares fotovoltaicos (aunque suene paradójico). Funcionan mejor a temperaturas que rondan los 25 ºC. Cuando es superior, su eficiencia disminuye. Y el verano en España es cada vez más caluroso, superando muchas veces los 40 ºC. Para mejorar su eficiencia en entornos calurosos, Arabia Saudita ha mejorado la tecnología de los paneles solares.

Un sistema que no requiere energía que mejora enormemente los paneles solares

Un grupo de científicos de Arabia Saudita ha desarrollado una innovadora tecnología de refrigeración que regula pasivamente la temperatura de los paneles solares, al tiempo que aumenta significativamente su potencia de producción y triplica su vida útil. El proyecto ha sido ideado por investigadores internacionales de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) en Thuwal.

El proyecto ha desarrollado un nuevo material compuesto hecho de cloruro de litio (LiCi) y poliacrilato de sodio (C 3 H 3 NaO 2 ) n; esta capa hidroscópica absorbe la humedad del aire durante la noche y la libera durante el día, proporcionando un enfriamiento eficiente y sin consumo de electricidad para los paneles solares.

Cuando se probaron en el desierto saudí, un territorio conocido por su calor extremo, los paneles solares tratados con el nuevo material se mantuvieron 9,4 ºC más fríos que los no tratados. Además, su potencia de salida aumentó un 12,9 %, mientras que su vida útil se prolongó en más de un 200%. Qiaoqiang Gan, PhD, profesor de ciencia e ingeniería de materiales en la KAUST y autor principal del estudio:

Nos especializamos en materiales que permiten la refrigeración pasiva. Estos materiales son delgados y pueden instalarse en diversos sistemas que requieran refrigeración para su funcionamiento, como invernaderos y células solares, sin afectar su rendimiento.

Como hemos mencionado anteriormente, el calor reduce el rendimiento de los paneles solares fotovoltaicos, además de acortar su vida útil. Esto provoca que haya que reemplazarlos con mayor frecuencia que en entornos con climas más templados. Los sistemas de refrigeración tradicionales, si bien son útiles para combatir el calor, consumen bastante electricidad. La refrigeración pasiva es una alternativa que no requiere energía para funcionar.