No es la primera vez que trasciende una noticia respecto a un avión que vuela más bajo de lo normal. Sin embargo, esta vez se ha viralizado un vídeo donde se observa a un Airbus A-321 que aterriza rozando cabezas de turistas. Y es que las condiciones de la pista y lo que generó entre el público es muy destacable. 

Recientemente, un Airbus A321neo hizo su aparición entre turistas que esperaban ver un espectáculo en Grecia. Concretamente, el impresionante acontecimiento tuvo lugar en la isla de Skiathos, un destino turístico de ensueño que ofrece playas de arena dorada, bosques, una gran vida nocturna y las mejores vistas. Entre los atractivos para maravillar a los visitantes se nombra la posibilidad de ver aviones aterrizando. Esto ha hecho que concurran muchos aficionados de la aviación. No obstante, esta vez la maniobra ha sido arriesgada, al punto de descender más de lo normal y casi tocar a los transeúntes. 

Un aterrizaje comprometido
Un aterrizaje comprometido

El aterrizaje más bajo hecho por un Airbus A-321 

El vídeo donde se evidencia todo el suceso es cortesía del canal de YouTube “Great Flyer”. De la aerolínea de Wizz Air, el Airbus A-321 es un avión de 44,5 metros de largo que debe volar con poca carga para reducir el rodaje de despegue. Al llegar al aeropuerto tienen que bajar la nave antes de recorrer la pista porque exhibe una longitud de tan solo 1 628 metros. Esto la convierte en una de las más pequeñas de Europa. A tal efecto, la operación de llegada tiene una dificultad superior. 

Otro aspecto a considerar es que en el lugar hay una advertencia de no acercarse, pero la multitud desobedeció. Por lo que el avión se aproximó a la gente, provocando que algunos se tuvieran que agachar y hasta sujetarse de cualquier objeto cercano. En consecuencia, estos usuarios fueron testigos y casi víctimas del descenso más bajo hasta ahora. Y si bien esto es motivo de alarma, puesto que la fuerza de la corriente de aire ya ha causado daños en los que se reúnen alrededor. Afortunadamente, en esta ocasión, no ocurrió ninguna tragedia más allá de la impresión generalizada y los nervios del momento. 

Existen películas y documentales que detallan los aterrizajes más extremos de manera emocionante. Sin dudas, resulta mucho mejor que ver las hazañas del Airbus A-321 en el lugar y correr peligro. ¿Qué opinas?