Pinchos, sidra, chacolí, paseos por La Concha... Visitar unos días el País Vasco es un placer para todos los sentidos: por su gastronomía, para disfrutar de los paisajes verdes, por sus sidrerías o para compartir ratos con alguna cuadrilla o sociedad donde se reúnen con los amigos o la familia los fines de semana o festivos. Pero si un hecho caracteriza esta zona del norte de la Península es su tiempo, que no suele ser como el clima mediterráneo al que estamos habituados en Catalunya. Como en la mayoría de comunidades del norte, el País Vasco se caracteriza por la persistencia de lluvias y chaparrones habituales, un hecho que se concentra mayoritariamente en invierno y no en otoño, cuando se dan de forma más concentrada en el mediterráneo.

"El País Vasco es de clima atlántico y gran parte de Catalunya, excepto la Vall d'Aran que sería la más parecida al tiempo y al clima del País Vasco, es de un clima mediterráneo", apunta el doctor en Física Toni Barrera-Escoda, meteorólogo del equipo de cambio climático del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC). "El País Vasco se encuentra en la zona de paso del tren de borrascas que afecta a las latitudes medias y, aparte, tienen el mar en el norte, un hecho que provoca que los vientos de poniente o del norte, al cruzar el Cantábrico o el Atlántico les lleguen con más humedad". Además, como es un país orográficamente muy complejo, con muchas montañas, estas hacen de palanca y ayudan a que el aire húmedo ascienda y, por lo tanto, que se formen nubes y llueva. Una lluvia o zirimiri -como llaman a la llovizna- que es común a lo largo de todo el año y no como en Catalunya, que la precipitación se concentra en unos pocos días, normalmente durante el otoño o en verano, con los chubascos de tarde que afectan en algunas partes del interior del territorio.

Catalunya, tierra de contrastes

Consultando los datos del SMC del último trenteno (1991 – 2020), se puede ver en color lila y en azul intenso las zonas donde más precipitación cae. "Catalunya es un país de contrastes, vamos de los alrededores de unos 300 mm en la zona del Segrià, que es muy seca, a valores de 1.300- 1.400 mm en la zona del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, como uno de los puntos del Pirineo Occidental más lluviosos". Pero este no es el único punto donde se concentra la mayor precipitación en nuestro territorio, "en la zona del Ripollès donde hay el Puigmal o el Bestiments, por ejemplo, sería otra zona de máximos. Unos máximos secundarios que también encontraríamos en la zona del Montseny y a la Cordillera Transversal así como en el Collsacabra, donde son habituales los chubascos de tarde durante el verano". Otro punto donde también se destaca su precipitación es en la zona de los Ports, donde superan los 1.000 mm por término medio anual debido a la orografía que presenta y que hace de palanca para la formación de tormentas o chubascos importantes.

Las sequías: ¿el peligro de un futuro inminente?

Analizando la media de la precipitación en Catalunya, se obtiene en el periodo analizado en torno a unos 650 – 670 mm, unas cifras que no preocupan al meteorólogo, que apunta que no está mal, "aunque debemos preocuparnos por las sequías". Barrera explica que el clima mediterráneo funciona a base de extremos, de muchos años que llueve poco y de pocos años que llueve mucho. "Históricamente, tenemos una tradición que nos ha hecho convivir con tiempo de sequías, así que el mundo mediterráneo no se entendería sin estos periodos, donde algunos incluso se benefician", como es el caso de la viña, que si no sufriera estiaje en verano, no se obtendría el buen vino.

El meteorólogo pone de relieve la importancia de los embalses, que precisamente se utilizan para compensar estos periodos donde escasea el agua. Un hecho que en el País Vasco no les hace falta -aunque por cuestiones de relieve, tampoco lo tienen demasiado bien para construir grandes presas-, debido a su pluviometría abundante. Como en el País Vasco llueve a menudo, vacían los embalses constantemente porque tal como vacían, se llenan. Si tienen un pequeño periodo donde no les llueve, el consumo de agua es igual que aquí, y por eso lo notan mucho más, porque tienen una vegetación que consume mucha más agua y el consumo diario de sus habitantes tampoco se ve reducido, un hecho que provoca que los niveles de los acuíferos disminuya con mucha más facilidad que en Catalunya".

Uno de los puntos más lluviosos de la Península

Centrándonos en tierras vascas, la precipitación media se situaría en torno a los 1.400 mm, más del doble de que en Catalunya, siendo Álava el territorio más seco y Guipúzcoa el más lluvioso. "En Artikutza, una zona situada al inicio del Pirineo Navarrés, es uno de los puntos donde más llueve de toda la Península", precisamente debido a la orografía que sirve de palanca para la formación de nubes y la formación de precipitación. Un lugar que recoge más de 2.400 mm al año, según apuntan los datos que aporta el meteorólogo del SMC.

En este punto y en base a la precipitación analizada, uno se preguntará cuándo es el mejor momento para dejarse caer por el País Vasco sin sufrir por la lluvia ni por tener que llevar los paraguas en la mochila, a lo que el meteorólogo responde que "durante el mes de septiembre y octubre sería la mejor época". En otoño, allí probablemente haga buen tiempo, debido al hecho de que aquí tenemos movimiento, cosa que comportará cierta tranquilidad para ellos, que "en este sentido, funcionamos de forma un poco opuesta".

Fuente: Análisis de la precipitación del País Vasco / Roberto Moncho, Guillem Chust y Vicente Caselles.

En el anterior mapa, se puede ver, por un lado, la precipitación media anual para el período 1961-2000, estimada a partir del modelo multivariante obtenido con los datos de 132 estaciones de la AEMET (mapa de la izquierda), y por el otro, la precipitación media anual estimada a partir de un ajuste topográfico de 116 estaciones de la AEMET disponibles hasta 1990, según Ortubai (1995).

Entonces, dónde es más fácil predecir el tiempo, ¿en el País Vasco o en Catalunya?

"En general, es más fácil predecirlo en el País Vasco", apunta Barrera, que detalla que afinar el tiempo es complejo en todas partes, pero que si la lluvia es por una borrasca de las habituales o de las que tienen en invierno, sí que es fácil de prever. Y añade: "Donde todavía es más fácil de predecir el tiempo es en los Países Bajos, que al ser un país plano, cuando llueve en un lugar, llueve en todas partes, porque no tienen montañas que perturben el flujo y que creen sombras o favorezcan lluvias más intensas".

¿Y teniendo en cuenta la orografía y la situación de cada territorio, que inevitablemente condiciona el clima y la meteorología, cómo se presenta el futuro en ambas regiones con el estado de emergencia climática que vivimos? "El clima será más variable y eso quiere decir que tendremos sequías más largas y persistentes", relata el experto, que detalla que la precipitación en el País Vasco seguramente se verá reducida y empezarán a sufrir sequías, pero no con la intensidad de las que tenemos en Catalunya.

"Los temporales que sufrimos ahora como el Gloria, que antes se daban cada 50 años o un par en cada siglo, será posible que con el cambio climático pasen a producirse cada 20 o 25 años", un problema que puede afectar sobre todo en las zonas costeras. Barrera expone que en global la temperatura aumentará, un hecho que depende de las concentraciones de CO2 que emitimos a la atmósfera y de aquí, la importancia de reducirlas al máximo posible.

De todos modos, da igual si visitas el País Vasco en invierno, en primavera, en verano o en otoño, nunca está de más llevar un paraguas encima por si el zirimiri te sorprende en cualquier momento.