Este lunes arranca la negociación de los vigilantes de seguridad del aeropuerto del Prat con la empresa con el fin de evitar una huelga indefinida prevista a partir de este jueves, 10 de agosto, en pleno pico de vacaciones. La reunión contará con la mediación del Departament de Treball. Los trabajadores de los controles reclaman a la empresa I-Sec-adjudicataria del servicio desde noviembre— más personal, que garantice los descansos de 10 minutos y aparcamiento gratuito. La plantilla está formada por unas 500 personas que han hecho 20.000 horas extra en los últimos cuatro meses, según ha denunciado CSIF, uno de los sindicatos convocantes, a la ACN. El paro convocado por los vigilantes se hará del jueves al lunes de 4:00 a 7:00 horas de la madrugada, de 9:00 a 11:00 horas, y de 16:00 a 18:00 horas.

✈️ Estos son los servicios mínimos para la huelga de vigilantes del aeropuerto de Barcelona

Demandas de los vigilantes

Los vigilantes de seguridad han reclamado a la empresa que cumpla los acuerdos anteriores y que incremente la plantilla, sobre todo en el caso de las mujeres. Aunque es obligatorio que en cada filtro de seguridad haya un hombre y una mujer como mínimo, actualmente la tasa de ocupación femenina es del 35%. Esta inferioridad numérica que obliga a las trabajadoras a hacer las inspecciones en más de un arco de seguridad a la vez. "Las mujeres tienen que trabajar el doble que los hombres", ha dicho José Fidel Gómez, portavoz del sindicato CSIF. Otra de las reclamaciones que hacen los trabajadores del Prat es percibir un plus de idiomas que reconozca el hecho de que todos los empleados están obligados a dominar el inglés. Además, los trabajadores piden tener plaza de parking y no tengan que gastarse 440 euros al año por estacionar sus vehículos. "Para ir a trabajar tenemos que pagar. Lo que tiene que hacer la empresa es contratar una parcela de Aena para aparcar", ha añadido.

Conflictos laborales del servicio de seguridad

Los trabajadores de seguridad del aeropuerto de Barcelona encadena conflictos laborales desde hace años, en concreto, por la falta de personal y las condiciones precarias en las cuales trabajan los vigilantes. El año 2017—cuando la empresa adjudicataria era Eulen— los problemas se alargaron durante todo el verano. El colapso de la infraestructura barcelonesa obligó al Estado a decretar un Laudo, es decir, un acuerdo de obligado cumplimiento para garantizar el servicio. Este pacto dictado a finales de agosto por un mediador, incluía una subida salarial de 200 euros mensuales y un relevo de 25 trabajadores que irán rotando en las franjas de máxima afluencia. El plus económico se trasladó al convenio estatal de vigilantes de seguridad. Esta medida solucionó el conflicto hasta el verano del 2019, cuando la carga en el aeropuerto barcelonés se disparó por el incremento del tráfico aéreo sin que hubiera un refuerzo de plantilla. Los trabajadores estuvieron de huelga durante más de un año y medio con unos servicios mínimos del 90% y que se acabó en noviembre del 2022, cuando entró en juego la actual empresa que ofrece el servicio, I-sec.

La plantilla está formada por unas 500 personas que han hecho 20.000 horas extras en los últimos cuatro meses. La carga de trabajo ha provocado que los índices de baja estén "disparados" en comparación con otras infraestructuras, según el representante de CSIF. "La gente vive allí. Las jornadas se alargan 12 horas y se trabaja 17 días seguidos", ha dicho.

Denuncias a Inspección de Trabajo

La plantilla de los vigilantes han presentado denuncias a Inspección de Trabajo, en las cuales proponen sancionar a Aena, ya que consideran que se está desentendiendo del caso, y a I-Sec Trablisa para incumplir la normativa. El organismo ha propuesto abrir un expediente de infracción contra el operador público por incumplir la prevención de riesgos de los vigilantes de seguridad de la terminal 2, donde ha detectado "riesgo medio de posiciones forzadas" y "riesgo de manipulación manual de cargas que puede llegar a no ser aceptable", manipulando bandejas de peso superior a 17 kilos. Preguntado por la ACN, Aena ha detallado que la problemática trata de la adecuación de unas carretillas para el movimiento de bandejas a la zona de inspección del filtro de seguridad, "que ya se ha atendido".