Europa quiere subir los impuestos especiales del alcohol con el fin de reducir el consumo. De momento, la Comisión ya ha abierto una consulta pública y se trata de una cuestión que se está debatiendo constantemente entre los expertos y los estados. Ya hace más de treinta años que no se tocan las tasas de estas bebidas y hay grandes diferencias entre los impuestos que aplica cada país. España es uno de los estados con el alcohol más barato de toda la Unión Europea y, por lo tanto, las medidas se notarían mucho más. ¿Cómo nos afectará al cambio?

 

Aquí los impuestos especiales en este ámbito son muy bajos. Por cada botella de alcohol de alta graduación aquí pagamos 2,69 euros de impuestos, mientras que la media europea se sitúa en los 5,13. Por cada lata de cerveza pagamos 3 céntimos de impuestos, mientras que en Europa pagan 13. Y, por si fuego poco, en España el vino directamente no tiene ningún tipo de impuesto especial. En el otro lado de la lista está Finlandia o Suecia, que tienen unos impuestos muy elevados: por cada botella de alcohol pagan al menos 14 euros en tasas.

Es por eso que si Europa decide regularlo, España sería el lugar donde más se notaría la medida, ya que los precios subirían mucho. Según el Ministerio de Hacienda, el Estado recaudaría cerca de 1.000 millones de euros más al año si gravaran las bebidas alcohólicas con un tipo impositivo similar a lo que se aplica a la Unión Europea. La recaudación de los impuestos especiales, sobre todo el alcohol en España, supone un 0,29% del total de los ingresos tributarios del 2019, unos 618 millones. La media de la UE, sin embargo, estas bebidas aportan el 0,79%. En concreto, el gravamen se sitúa un 48% por debajo de la media de la UE en el caso de los destilados y un 79% en el caso de la cerveza. Por todo eso, Europa recomienda en España revisar y actualizar este tipo de impuestos.

Más medidas

El objetivo de la Comisión Europea es reducir un 10% el consumo de alcohol a Europa en el 2025. Es por eso que se preparan medidas que penalizan tanto la actividad del sector como el bolsillo del consumidor de bebidas alcohólicas. Por una parte, como hemos explicado, plantean a los estados miembros que suban la fiscalidad de estos productos por medio de una "revisión de las políticas de precios del alcohol, incluida la consideración de un aumento de los impuestos sobre las bebidas alcohólicas". De otra, también proponen implantar etiquetas sanitarias en los envases similares a las del tabaco, con una advertencia sanitaria y la indicación obligatoria de la lista de ingredientes e información nutricional. Además, también quieren restringir la publicidad, desde el mundo digital hasta los patrocinios de acontecimientos deportivos.