La vicepresidenta de la Comisión Europea para Valores y Transparencia, Vera Jourová, ha dicho que le gustaría "explicar" al empresario multimillonario propietario de TwitterElon Musk, que la Unión Europea (UE) defiende la libertad de expresión, pero que esta "no es ilimitada", en relación con la desinformación que prolifera por la red social. En un encuentro con agencias, Jourová ha afirmado que la UE está "decepcionada" por los datos que facilita periódicamente Twitter, empresa que, junto con Google y Facebook, ha firmado un código de conducta europeo contra la desinformación.

El alto cargo de la UE también ha expresado que temen que Twitter sea capaz de cumplir con las futuras reglas europeas sobre control de contenidos con motivo de los despidos de buena parte del personal que llevaba a cabo tareas de verificación contra fake news en la multinacional estadounidense. Jourová ha expresado que se siente "cada vez más incómoda con Twitter", porque, afirma, se está convirtiendo en un lugar de "propaganda agresiva rusa no regulada".

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El empresario Elon Musk, también CEO de Space X y Tesla.

La guerra entre la Unión Europea y Twitter viene de lejos

La vicepresidenta de la Comisión Europea ha indicado que el alto órgano europeo y la empresa que actualmente dirige Elon Musk hace años que tienen "discusiones intensas" y que "ya estábamos decepcionados por los datos que entregaron en enero". También asegura que están siguiendo y viendo lo que Twitter hace "con las capacidades que están perdiendo" y considera que la empresa no ha entendido que la filosofía europea contra la desinformación "no es censura".

Jourová también ha recordado que el código de conducta que ha firmado Twitter es voluntario, pero que en el futuro habrá una Ley europea de Servicios Digitales, una herramienta para convencer las plataformas para hacer todo el posible para luchar contra la desinformación. La vicepresidenta de la Comisión Europea piensa que la empresa de Musk podría tener "dificultades" para cumplirla, aunque no quiere "predecir" nada, pero asegura que las grandes plataformas tendrán que respetar la futura normativa.