Los seis agentes del ARRO de los Mossos d'Esquadra de la región policial central que este lunes han sido condenados a un año de prisión y seis meses de inhabilitación por haber agredido y vejado un chico negro en Sant Feliu Sasserra, en el Bages, no volverán a vestir el uniforme de los Mossos d'Esquadra. La sentencia que se ha dictado este lunes, de conformidad entre las partes, les retira la condición de funcionarios y, además, durante seis meses, están inhabilitados.

Quedarán fuera del cuerpo

Cuando la sentencia sea comunicada a la Dirección General de Interior (DGP), serán expulsados del cuerpo. Con todo, sin embargo, en cumplimiento de la sentencia judicial y no de los seis expedientes disciplinarios que se abrieron en su momento y que ahora, después de la sentencia, y la expulsión de los seis agentes del cuerpo, quedarán archivados y no tendrá que ser la División de Asuntos Internos (DAI) ni el mismo director quien promueva la expulsión del cuerpo, según la interpretación que hace Interior de la sentencia.

Teniendo en cuenta que perderán la condición de funcionarios y que estarán inhabilitados durante seis meses, cuando este periodo se acabe, y habida cuenta que no deberá entrar en prisión —el juez ha firmado una suspensión de pena con unos condicionantes—, sí que podrán volver a presentarse a unas oposiciones. Lo que está claro, sin embargo, es que después de la sentencia de este lunes, que si bien ha sido la mínima a la cual podían ser condenados, estos seis agentes del ARRO ya no volverán a llevar el escudo de la policía catalana. Sin embargo, los condenados y expulsados ​​sí podrán todavía recurrir la decisión administrativa de Interior al tribunal contencioso.

Han aceptado los hechos y un pacto

Los seis agentes de los Mossos d'Esquadra acusados de una agresión racista contra un joven negro en el Bages, el año 2019, han reconocido los hechos durante el juicio que se ha celebrado este lunes en la Audiencia de Barcelona. Sin embargo, evitarán entrar en la prisión porque la acusación particular, fiscalía y defensa han llegado a un acuerdo para rebajarlas las penas, que eran de entre cuatro y seis años de prisión.

Finalmente, se les ha rebajado a un año de prisión que podrán evitar a cambio de participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación. También tendrán que indemnizar a la víctima con 80.000 euros y no se podrán acercar a menos de 500 metros durante 4 años. La jueza también les ha impuesto seis meses de inhabilitación y una multa de 300 euros.

Los hechos se remontan en el 2019 y sucedieron en Sant Feliu Sasserra, en el Bages, durante un desahucio en el cual detuvieron al joven. La víctima pudo grabar como lo golpeaban, lo insultaban y lo menospreciaban por su color de piel. La víctima de estas agresiones que se han condenado hoy tiene varios antecedentes y ya había protagonizado incidentes con los Mossos de la comarca del Bages.