El secretario del difunto papa emérito Benedicto XVI, Georg Gänswein, ha expuesto que "el problema" existente en el Vaticano son las pugnas por el poder que hay entre "dos grupos de partidarios" dentro de la Santa Sede. Así lo ha expresado en su libro Nada más que la verdad. Mi vida al lado de Benedicto XVI, que saldrá en venta la próxima semana, donde explica su visión de la convivencia entre los dos papas, así como "las calumnias y oscuras maniobras" que trataron "en vano" de oscurecer el legado del pontífice que renunció.

Según recoge Efe, el monseñor alemán, que desde el 2003 se convirtió en la mano derecha de Benedicto XVI, relata cómo ha vivido la Santa Sede la particularidad de tener dos papas vivos. Por una parte, el reinante, Francisco, y de otra, el emérito, Benedicto XVI, que renunció al cargo en el 2013 y se retiró en un monasterio del Vaticano. Si bien el papa emérito respetó el silencio y evitó interferir, su figura ha servido para criticar el actual papa y sus formas de actuar.

Dos corrientes en la Santa Sede

Así lo detalla Gänswein, que en su libro habla de la existencia de dos supuestas corrientes dentro de la Santa Sede. "En efecto, creo que el análisis más correcto de indicar como a problema, no es en sí la coexistencia de dos Papas, uno reinante y otro de emérito, sino el nacimiento y el desarrollo de dos corrientes, que con el paso del tiempo se demostró que efectivamente eran dos visiones de la Iglesia," afirma. "Estas dos corrientes, cada uno fundado con afirmaciones, gestos o impresiones sobre la actitud de Francesc y Benet, han creado esta tensión que después reverberó sobre los que no eran lo bastante conscientes de las dinámicas eclesiásticas", detalla al secretario de Ratzinger.

Respeto entre Benedicto XVI y Francisco

A pesar de las diferencias, Georg Gänswein afirma que Benedicto XVI "nunca" cuestionó la manera de actuar del papa actual. Asimismo, también asegura que el pontífice argentino, a su vez, consideraba a su predecesor alemán "un abuelo sabio". "Es evidente la diferencia en la manera de comportarse y en el juicio teológico con el que los dos Papas han respectivamente afrontado los problemas emergidos durante sus pontificados. Pero Benedicto, aunque alguien intentó provocarlo, nunca ha planteado explicaciones sobre la estrategia de Francesc", opina.

La llegada de Francisco para Gänswein

También en su libro, Gänswein relata cómo vivió la llegada de Francisco. Según detalla, el nombramiento del nuevo papa le supuso un tipo de "caída en desgracia". En esta línea, recuerda que Francisco le pidió que no apareciera a su lado en las audiencias, una situación que generó gran interés mediático. El papa actual también encargó al hasta aquel momento secretario de Benedicto XVI que, precisamente, cuidara del papa emérito. "Usted sigue siendo prefecto, pero desde mañana no vuelva al trabajo", recuerda haber escuchado de Francisco. "Me quedé sorprendido, sin palabras", afirma al monseñor alemán.

De hecho, el secretario de Ratzinger explica en su obra que se considera un "prefecto apartado" y lamenta que Francisco lo desposeyera del apartamento que habitaba en el Palacio Apostólico.