Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha negado este lunes haber cometido irregularidades en su gestión al frente de la entidad, incluido el contrato para trasladar la Supercopa a Arabia Saudí. Rubiales ha comparecido ante la jueza de Majadahonda que lo investiga por los presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales por su gestión como presidente de la RFEF entre 2018 y 2023. Ha negado haber cobrado comisiones en el contrato de la Supercopa, ni tampoco haberlas pagado al exfutbolista Gerard Piqué o a su empresa Kosmos, y, en cambio, ha defendido que con este negocio "salvó el fútbol español". La magistrada ha decidido dejar libre a Rubiales con la obligación de comparecer ante el juzgado una vez al mes y solicitar permiso cada vez que quiera salir de España.

Rubiales defiende el contrato de la Supercopa: "Salvó el fútbol"

Rubiales ha asegurado que la Federación no se puso en contacto con Piqué, sino que fue su empresa Kosmos quien los avisó que la compañera estatal saudí SELA quería invertir en fútbol. Ha defendido que en el mundo del fútbol es "habitual" que haya una intermediación, y en este sentido ha apuntado que también tuvieron "intermediarios" cuando recibieron otras propuestas de China, Rusia e India. "No ha habido un contubernio", ha insistido Rubiales, que ha recordado que el contrato recibió el visto bueno del comité ético y el departamento de 'Compliance' del ente federativo. Con respecto a las comisiones que cobró Kosmos ha dejado claro que las pagaron los árabes, y en ningún caso la Federación.

El expresidente de la RFEF ha defendido que el contrato de la Supercopa "salvó el fútbol". Ha explicado que en el contexto de la pandemia, la falta de ingresos podría haber llevado el fútbol español a la "muerte", y por eso ha presumido de su gestión al frente de la entidad, a través de la cual pudo aumentar la facturación de 140 a 400 millones de euros, y conseguir que España organice —junto a Portugal y Marruecos— el Mundial del 2030. Así, ha relatado a la jueza que cuando llegó a la RFEF en el 2018 la Supercopa no interesaba a nadie, y que gracias al cambio de modelo, ahora genera 40 millones de euros. Rubiales ha asegurado que el entonces secretario general de la Federación, Andreu Camps, dio el visto bueno a jugar la Supercopa fuera de España, y que también se pidió permiso en FIFA.

Con respecto a las obras en el estadio de La Cartuja de Sevilla, que también están bajo investigación, Rubiales ha negado ninguna irregularidad y ha defendido que la adjudicación a la empresa Gruconsa se sometió al comité económico de la entidad. Ha explicado que Gruconsa ya había hecho una auditoría técnica del estadio en el 2020, y que por eso decidieron que fuera esta misma empresa quien hiciera las obras, para evitar que una nueva empresa hiciera el informe técnico. Por otra parte, ha reconocido que cuando dejó la presidencia del ente federativo intentó entrar en los negocios de su amigo y exfutbolista Francisco Javier Martín, conocido como Nene, pero ha negado conocer los detalles del negocio en la República Dominicana. "Yo no sé del negocio, es él el que gestiona", ha afirmado.