La Audiencia de Zaragoza ha condenado a Rodrigo Lanza a 20 años de prisión por asesinato con alevosía y motivos ideológicos en el llamado crimen de los tirantes, ocurrido el 12 de diciembre del 2017, cuando el joven agredió en un bar a Victor Laínez, el cual llevaba unos tirantes con la bandera de España. Laínez murió días después en el hospital a causa de la gravedad de las heridas causadas por los golpes.

La sentencia llega tras la repetición del juicio, donde se aumentó la dureza del veredicto. El jurado popular, diferente al del primer juicio, declaró culpable de asesinato a Rodrigo Lanza, con los agravantes de dolo eventual y motivos ideológicos y el atenuante de embriaguez. La sentencia recoge la petición de 20 años de prisión pedida por la Fiscalía.

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) declaró nulo el primer juicio con jurado popular celebrado en noviembre de 2019 en la Audiencia de Zaragoza, en la que el jurado popular declaró a Lanza culpable de un delito de lesiones imprudentes con resultado de muerte. Entonces fue condenado a 5 años de prisión.

La primera condena era de cinco años

Después de que la Audiencia de Zaragoza lo condenara a cinco años de prisión, el TSJA ordenó repetir el juicio al entender que el jurado no había argumentado suficientemente el veredicto, tal como pedían los recursos de las acusaciones. Ahora, el nuevo jurado entiende que no se trata de un delito de lesiones imprudentes con resultado de muerte sino de asesinato.

Según los magistrados, el veredicto tenía "falta de motivación", y por eso la causa se devolvió a la Audiencia para volver a juzgarlo con un tribunal diferente. En la sentencia, los magistrados argumentaban que la falta de motivación que las acusaciones alegaron en el recurso presentado supone una vulneración del derecho fundamental de la tutela judicial efectiva e "impide a las partes y a esta sala conocer el proceso lógico-jurídico que ha conducido a la decisión, contrastar la razonabilidad de la sentencia y controlar la aplicación del derecho".

Condenado por el caso Ciutat Morta

Rodrigo Lanza, un antisistema que había vivido en Barcelona, ya había pasado 9 años en la prisión por el caso Ciutat Morta por haber dejado tetrapléjico de una pedrada a un agente de la Guàrdia Urbana de Barcelona.