Nuevo paso adelante hacia la normalidad en las residencias. Los departaments de Salut y Drets Socials han aprobado el Plan sectorial de gestión de la infección por el coronavirus en el ámbito residencial que, a grandes rasgos, establece la reducción de cuarentenas y aislamientos y el levantamiento de restricciones en visitas, actividades y salidas. Desde las conselleries, defienden que la idea general de este nuevo planteamiento de acción es "recuperar la normalidad convivencial y las actividades en los centros residenciales de personas mayores, pero manteniendo ciertas medidas de prevención y seguridad". Este plan, explican, quiere dar respuesta a "la afectación psicoemocional, la pérdida de la autonomía personal y de las relaciones interpersonales que ha representado la pandemia para las personas residentes".

Una de las medidas clave que han aprobado Salut y Drets Socials es el fin de las cuarentenas de los residentes que sean contactos estrechos de una persona infectada de coronavirus, aunque no esté vacunado. Paralelamente, aquellos contactos estrechos que hayan pasado la covid-19 en los últimos tres meses podrán hacer vida normal en los espacios comunes y formar parte de las actividades de las residencias con las medidas de seguridad pertinentes y la ventilación correspondiente. Lo que se mantiene es el rastreo a estas personas para detectar posibles casos asintomáticos y tendrán que utilizar mascarilla.

Por lo que respecta a aquellos residentes que se infecten de SARS-CoV-2, el aislamiento se acorta a 5 días siempre que no persistan los síntomas en las 24 horas previas al fin de este confinamiento. La misma medida se extiende a los trabajadores de las residencias, que podrán volver al trabajo si hay ausencia sintomática y si la prueba diagnóstica antes de la reincorporación da negativo. Por otra parte, la Generalitat aconseja seguir con los grupos estables de convivencia. Justifican que "se han demostrado muy eficaces para la detección y aislamiento de la enfermedad". En relación con los cribados a los profesionales, voluntarios o alumnos en prácticas, se seguirán realizando test cada 15 días a las personas que tienen la pauta vacunal completa y, en el caso de aquellas que no hayan recibido ninguna inoculación de la vacuna contra el coronavirus, se tendrán que someter a una prueba diagnóstica cada semana.

Más accesibilidad para los ingresos

Los departaments de Salut y Drets Socials apuntan que, con el nivel general de inmunización alcanzada, "se considera que estos centros son espacios seguros para la gente que vive allí y trabaja". Llegados a este contexto, se ha decidido hacer más accesibles y facilitar los ingresos de nuevas personas en las residencias. La única restricción se implementa en el caso de personas asintomáticas no vacunadas, que no tengan la pauta completa o que no hayan pasado la covid-19 en los últimos tres meses: ellos tendrán que hacer una cuarentena de 10 días y tendrán que someterse a un test diagnóstico de coronavirus.

Otro elemento clave es el que afecta a las visitas. A partir de ahora, dejará de haber limitación de personas y de número de visitas. Lo que sí que se mantiene es que estas tienen que hacerse en un espacio que esté bien ventilado y con uso de mascarilla. Además, se incentivará la participación de los residentes en las actividades residenciales y las salidas de aquellos que no sean contactos estrechos ni se hayan infectado de SARS-CoV-2. El otro pilar es el relativo a los centros de día de personas mayores que no están integrados en residencias, las residencias y servicios de atención de día para personas con discapacidad y los hogares temporales o permanentes para aquellos con problemáticas sociales fruto de enfermedades mentales. En este caso, no se les considera generalmente como ámbitos vulnerables y, por lo tanto, se aplicarán las mismas medidas que actualmente afectan a la población general.