La red del metro de Barcelona tiene un total de 293,4 toneladas de materiales de construcción con amianto, según el inventario de elementos de fibrocemento que ha finalizado la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que tiene previsto retirarlos en un plazo de tres años.

Según ha informado TMB, la elaboración de este inventario es el paso previo para ejecutar el plan de retirada, que se llevará a cabo hasta el 2022 con un presupuesto de unos cinco millones de euros. La compañía ha recordado que desde el 2006 ya ha retirado 108,7 toneladas de planchas, paneles y tubos con amianto. La empresa contrató en el 2017 la elaboración de este inventario exhaustivo de elementos con amianto para planificar su retirada siguiendo una orden de prioridades y avanzó así a su posible degradación.

Los materiales de fibrocemento con amianto se han encontrado en 834 localizaciones, la mayoría de las cuales (422) corresponden en planchas y paneles que suman 22.755 metros cuadrados de superficie. También se han encontrado 7.768 metros lineales de tubos y canales en 240 sitios, y otros elementos en 172 puntos más. Según datos del Instituto de Estudios de la Seguridad recogidos por el Consell de Relacions Laborals de la Generalitat en un informe reciente, "las cantidades de fibrocemento presentes todavía en Catalunya, a principio de 2017, se estimaban en 4.074.739 toneladas", por lo que la presencia de este material en instalaciones y dependencias del metro de Barcelona representa el 0,007% del total.

¿Qué es el fibrocemento?

El fibrocemento es un material compuesto de cemento y fibras de amianto utilizado de manera generalizada en la construcción de edificios y dependencias en la segunda mitad del siglo XX, y no desprende fibras si no se manipula, por lo que no comporta peligro para las personas.

TMB ha informado que ha licitado ya los trabajos para rehabilitar la cubierta del taller de material móvil de Metro en la Sagrera, que incluye unos 3.000 metros cuadrados de planchas de fibrocemento, y prevé que se puedan ejecutar en el 2020 "con las máximas garantías para las personas que trabajan y viven en el entorno".

"Todas estas actuaciones se enmarcan en la voluntad de TMB de tratar manera responsable y diligente la problemática del amianto presente en la red de metro, y de poner los recursos necesarios para dar la mejor respuesta, que tiene que ser la eliminación o neutralización de todos los materiales con contenido de amianto en el plazo más breve posible", ha destacado un portavoz de la compañía.

En este sentido, ha recordado que hasta ahora han invertido unos 8 millones de euros en más de 40 contratos en empresas de construcción, material ferroviario, salud laboral, análisis de laboratorio, consultoría, sin contar el coste de la sustitución anticipada de los 42 trenes más antiguos, licitados con un precio inicial de 447 millones de euros.

Revisiones médicas

Sobre el programa de vigilancia de la salud del personal de Metro potencialmente expuesto en fibras de amianto, hasta el 20 de junio, de las 1.064 personas convocadas a visita médica lo han pasado 928, lo que equivale al 87,2%.

En estas revisiones médicas, se han diagnosticado 26 casos de manifestaciones pleurales: 23 casos de engrosamientos pleurales, 2 de placas pleurales no calcificadas y 1 de placa pleural calcificada. Según TMB, ninguna de estas afecciones puede considerarse una patología grave y no ha requerido tratamiento médico, solo un control médico más frecuente dentro del programa de vigilancia.

Además, una persona no incluida en este grupo de 26 continúa en situación de incapacidad temporal en periodo de observación por posible enfermedad profesional, y se espera el resultado de las pruebas y estudios para hacer el diagnóstico definitivo.