El imán Abdeslam E. J. ha sido procesado por un juzgado de Barcelona por una presunta agresión sexual a un menor de edad, al cual habría llegado a penetrar analmente, según el auto al cual ha tenido acceso El Periódico. El imputado habría cometido este delito cuando ejercía una tarea religiosa en la mezquita Hamza, en la calle de Almerara Alta de Barcelona.

El titular del Juzgado de Instrucción número 16 de la capital catalana, Jaime Conejo Heredia, plantea en el auto de procesamiento que "de las actuaciones practicadas se desprenden indicios razonables" para suponer que el 30 de abril del 2017, después de haber intentado penetrar analmente a un menor de 13 años, lo cogió violentamente por la clavícula y consiguió su propósito. La acusación pública detalla que esta acción habría podido haberse repetido después, aprovechando que el menor acudía al centro religioso para estudiar el Corán. El 13 de julio, la víctima explicó a sus padres los hechos.

Después de explicar los hechos, el joven se sometió a una revisión forense, en la cual no se detectó ninguna lesión en la región genital y anal, pero sí un hematoma oval en la espalda y en los testículos. Según el auto, también constan secuelas psicofísicas en el menor, al tener dificultades para expresar sus sentimientos y dificultades de concentración.

El juez explica que los hechos podrían englobarse en un presunto delito de agresión sexual contra un menor de edad, a causa de los indicios que la víctima habría sido violeta. La pena en la cual se enfrenta el imán irían entre seis y 12 años de prisión. El magistrado también acuerda que el acusado preste una fianza civil de 3.000 euros para cubrir una eventual indemnización a la víctima.

El abogado del imán, Álvaro Machado, ha explicado a El Periódico que "es un caso complejo por el escenario íntimo de los hechos denunciados". No obstante, el letrado ha asegurado que su representado "apela a su inocencia, que será defendida con las pruebas existentes". Machado está a la espera de que el fiscal presente su escrito de acusación. El caso está en la Audiencia de Barcelona desde el mes de febrero.