Sin dar ninguna explicación del porqué de esta incongruencia, el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, ha asegurado este jueves por la noche en Intereconomía –televisión que ha fardado de ser "los únicos que hemos defendido la libertad de expresión"– que "nosotros siempre hemos pedido y exigido el máximo respeto a las personas transexuales, igual que a los heterosexuales, a los homosexuales, a los bisexuales y a cualquier persona con independencia de su condición y de sus circunstancias" porque, subraya, "eso es lo más importante".

Según ha querido dejar claro en relación a la polémica del autobús transfóbico, "el motivo fundamental de esta campaña no es la transexualidad", sino "informar y sensibilizar a la sociedad en general y a los padres en particular sobre cada una de estas diez leyes que han aprobado diez comunidades autónomas, leyes de adoctrinamiento sexual, leyes de dictadura LGTBI que tratan de imponer esta visión sobre la sociedad y, en concreto, sobre los niños, que se les quiere adoctrinar en las escuelas".

De hecho, en su cuenta de Twitter, compara la situación con un vídeo en que un niño es martirizado tanto por sus compañeros de clase como por su profesor por no hacerle caso cuando le enseñaba que 2+2 es igual a 5. El niño es marginado, pues, al negar las enseñanzas del tutor y asegurar por activa y por pasiva que suman 4.

Además, a pesar de garantizar que respetan a los transexuales, ironizan a través de un fragmento de la película La vida de Brian, en el que uno de los personajes hombre quiere convertirse en mujer y parir. "Eso va en contra de la realidad", le reprocha un amigo suyo, y Hazte Oír aprovecha para dejar por escrito en el vídeo que "no caigas en la trampa del adoctrinamiento, infórmate".

Visiblemente, pues, cuesta apreciar el vínculo entre respetar a estas personas y negar su existencia cuando afirman que las condiciones sexuales son "dogmas del lobby LGTBI" que la ciudadanía y los políticos "no se atreven a contradecir".

Querella a políticos y tuiteros

"Sorprendido" todavía por "esta reacción furibunda del establishment de los poderes políticos y mediáticos en contra de una asociación que se atreve a negar a uno de los dogmas de aquello políticamente correcto", Arsuaga ha anunciado que están preparando una querella "contra las personas que tenemos el teléfono porque han dejado mensajes en el contestador, también para las personas que nos han amenazado por las redes sociales y los políticos como Pedro Sánchez, Íñigo Errejón, Cristina Cifuentes... que nos han insultado en las redes y que, de alguna manera, nos han señalado con una diana para que los otros nos insultaran, eso es muy grave, hay otros que están cometiendo delito de incitación al odio".

Precisamente por eso, el presidente de la organización se ha lamentado de que "formalmente tenemos una democracia", pero una democracia que convive "al mismo tiempo con la dictadura de género" porque, según su opinión, "el lobby homosexual" que, asegura, "es el más poderoso que existe en España" porque "no sólo ha conseguido que los partidos acepten todos y cada uno de sus dogmas, sino que utilicen el poder político para obligar a los ciudadanos a pensar de una determinada forma y a expresarse de una determinada forma".

Aparte de la querella, hoy presentarán un recurso en el que exigirán "que se respete el derecho a la libertad de expresión que tenemos como ciudadanos y como organización que no comparten la ideología de género y que se limitan a decir en público que los niños tienen pene".

Chivo expiatorio

Arsuaga tampoco se ha podido privar de tildar eso que él define como "establishment" de "chivo expiatorio" porque "lo que quiere es decir a los ciudadanos, a los medios de comunicación y a la política que si alguien se atreve a contradecir alguno de estos dogmas será atacado y acusado".

Fruto de eso, y siempre según él, "está quedando patente el verdadero rostro totalitario del lobby gay y de las personas y organizaciones políticas que les dan apoyo".

Ahora, su nuevo objetivo es poner en marcha dos autobuses con mensajes nuevos: "A las 12 horas pondremos en movimiento nuestro segundo vehículo, lo hemos decorado con pegatinas con un mensaje que será impactante, que atraerá la atención y que esperamos que no atraiga el odio de absolutamente nadie porque será absolutamente respetuoso", ha puesto de manifiesto.

Y no sólo eso. También ha anunciado: "El lunes, si Dios quiere, volveremos a sacar el autobús de la libertad y taparemos el mensaje que ha prohibido el juez, denunciaremos la censura del sistema del poder político que, en opinión nuestro ha presionado al poder judicial, y reclamaremos la libertad de expresión".