Polémica por obligar a un ganadero a matar todo un rebaño de vacas por sospecha de tuberculosis, tal como recoge la ACN. Fue este martes cuando el Departament d'Agricultura ordenó a Josep Juscafresa, de Cornellà del Terri (Pla de l'Estany), a sacrificar todo un rebaño de 230 vacas por la sospecha de que doce de ellas tengan la enfermedad. El afectado ha señalado que una sí que dio positivo en una primera prueba —la llamada prueba de la piel—, mientras que las otras once no se ha confirmado. En cualquier caso, los animales ya están separados del resto y el payés se ha ofrecido a sacrificarlos, pero lo que no entiende es que tenga que matar el resto "si están sanos".
El problema es que uno de los ejemplares dio positivo por tuberculosis en la prueba de piel que se le hizo unos meses, después de haber pacido el verano pasado por la zona de les Valls d'Aguilar (Alt Urgell). Una vez detectado el positivo, se sacrificó el animal y, en una analítica posterior, se determinó que había "posibles lesiones" compatibles con la enfermedad. A partir de aquí, Agricultura inmovilizó la explotación, obligó a hacer un saneamiento y se hicieron dos pruebas más, una de las cuales con sangre. De todas estas pruebas se ha determinado que doce vacas podrían tener la enfermedad, y Josep se ofreció "enseguida" a sacrificar los ejemplares sospechosos —como ya hizo en 2018, cuando le pasó lo mismo.
El pago de Agricultura, insuficiente
Agricultura primero le pidió que se esperara, hasta que este martes le ha llegado una notificación para obligarlo a matar todo el rebaño. Es decir, que si el departamento no cambia de opinión, Josep tendrá que matar las 230 vacas, entre terneras y adultas, que tiene paciendo por las 80 hectáreas de bosque y campo que tiene tras su granja de Cornellà del Terri antes del 2 de julio. No tengo por qué tener que matar todo este rebaño cuando son animales sanos. No tiene sentido tener que matar toda una explotación que no tiene nada", ha argumentado el ganadero.
En cualquier caso, el campesino empezará sacrificando los doce ejemplares dudosos este mismo jueves. Y si finalmente tiene que hacer el mismo con toda el resto del ganado, se arruinará. Ya ha explicado que todo aquello que le pueda pagar Agricultura por el sacrificio de todas las vacas "que están sanas" tan solo le permitirá comprar cincuenta vacas. Es decir, que volverá a empezar con 180 animales menos de los que tiene ahora.
Revolta Pagesa contra Agricultura
Josep ha recibido el apoyo de Revolta Pagesa, que ha pedido "sentido común" al departamento a la hora de aplicar los protocolos. Su portavoz, Jordi Ginabreda, ha considerado que hay "improvisación total" y que se demuestra que Agricultura se negó a sacrificar los animales dudosos. De la misma manera, ha recordado que las vacas que se quieren matar "gestionan 80 hectáreas de territorio y ahora las quieren sacar". "Aquí tenemos gente que están gestionando territorio. Tienen que ser empáticos y ver más allá de la enfermedad cuando el resto están sanas. Hay un daño, personal, emocional, económico y también territorial", ha señalado.
Tanto el ganadero como el portavoz han explicado que el "principal problema" es que los pastos del Alt Urgell donde estas vacas hacen trashumancia en verano son "un punto caliente" de la tuberculosis en fauna cinegética, básicamente del jabalí y el corzo. Por eso, piden que haya más control por parte del Govern en este aspecto, mientras que Josep ha reconocido que "tenía números que un día le tocara". "Si ahora matamos todas estas vacas y empiezo de nuevo, ¿quién me garantiza que el año que viene no me encontraré con el mismo problema? No puedo asumir los costes de alimentar todas estas vacas aquí en verano, y por eso tenemos que ir allí", ha expresado.
El departamento justifica la decisión
Por su parte, el departamento ha justificado el sacrificio del rebaño. En un comunicado recogido por la ACN, han señalado que el número de casos dudosos es demasiado grande para poder acogerse a un procedimiento excepcional que permite no tener que sacrificar todos los animales. Además, han indicado que se trata de una normativa europea y estatal que obliga al vaciado sanitario. Los casos excepcionales tienen en cuenta particularidades de cada explotación y, por lo tanto, según la valoración de riesgo de cada caso, y "siempre dentro del marco del Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina". En este sentido, han remarcado que este año ha habido tres casos detectados de tuberculosis en vacas en Catalunya, pero solo en el del Pla de l'Estany se ha determinado necesario el vaciado sanitario, ya que no se cumplían los requisitos para poder optar a la excepcionalidad.
Además, Agricultura ha destacado que activó en el mes de abril un paquete de medidas de acompañamiento para las explotaciones ganaderas afectadas por tuberculosis y que incluye indemnizaciones por el sacrificio de animales, así como ayudas a la repoblación con un complemento adicional. Ahora bien, tanto el afectado como Revolta Pagesa consideran que con las ayudas que le pueden llegar no podrá tener un rebaño como lo que se ve obligado a sacrificar. Finalmente, con respecto al control de la fauna cinegética y la transmisión de la enfermedad, desde el departamento han dicho que en el 2024 se tomaron 4.682 muestras de animales, de las cuales cuarenta fueron positivas en tuberculosis —39 de ellas jabalíes y solo un ciervo.
Imagen principal: dos de las vacas del rebaño de Cornellà del Terri que el Departament d'Agricultura ha ordenado sacrificar / ACN