Con la Navidad a la vuelta de la esquina, buena parte de los pescadores catalanes ya han agotado o están a punto de agotar los días de permiso de pesca que tienen regulados por la Unión Europea. Durante este mes muchas barcas quedarán amarradas y muchos pescadores avisan que estas fiestas, la época de mayor consumo, no habrá suficiente pescado y gamba de proximidad y lo que haya tendrá el precio disparado o será importado congelado de otros países. Desde el Govern, reclaman a Europa una regulación menos estricta y ponen sobre la mesa informes que sostienen que hay suficiente pescado y gamba en las costas catalanas para ampliar los días de pesca. A largo plazo, profesionales del sector no ven futuro en el oficio y avisan de que podría desaparecer

Francesc Sala, pescador en Blanes, explica en declaraciones a TVE que han tenido que librar para poder acabar la quincena y que después se quedarán parados. El pescador afirma que se sienten "desamparados totalmente, sin saber qué poder hacer". Avisa que hay cinco familias que se quedarán en el paro. Ferran Martínez, patrón también en Blanes, avisa: "Gamba por Navidad, no habrá o para muy poquita gente y costará mucho, y habrá de otros países". Un agravio que afecta al consumidor, pero también a los pescaderos, recuerda Xavi Domènech, de la federación de cofradías de pescadores de Tarragona.

Míriam Artacho, patrona en Arenys de Mar, lamenta en declaraciones a RAC1 que estas Navidades "habrá poco pescado autóctono y, probablemente, será el de batalla, que es el que menos interesa". Si el año pasado pudo salir a pescar 123 días, ahora solo puede hacerlo 112. Y pide que sean al menos 180. "Siempre estamos pidiendo caridad. Y hemos hecho todo lo que nos han dicho, cambiar las mallas, las puertas, vamos menos días al mar... No sé qué más quieren", lamenta, a su vez, Jaume Sans, armador en Tarragona, en declaraciones a 3Cat. 

"Esa ansiedad por no saber qué puedes hacer. En la mejor época para el pescado, que hay estabilidad económica en Navidad, y no tendremos días para ir a pescar..." se lamenta Jaume Carnisser, patrón en Vilanova i la Geltrú. "Fruto de la desesperación, algunos pescadores se han planteado desobedecer las directivas, aunque las consecuencias podrían ser graves; además, estamos controlados por todas partes", explica Artacho. Sin embargo, Carnisser avisa que "no les tiembla la mano a la hora de poner sanciones".

Por todo ello, Artacho afirma en la citada radio que se siente "como un paciente con un cáncer terminal" y que tiene asumido que "la pesca morirá en la generación siguiente a la mía". "Algunos están amarrados, otros salen. Llega un momento en que esto es insostenible", resuelve Eusebio Rosales, pescador en La Ràpita, en declaraciones al 3Cat.

El Govern presiona a Europa: "Estamos entrando en un camino de no retorno"

Desde el Govern presionan a Europa para conseguir una mayor permisividad. El conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, Òscar Ordeig, asevera que hace un año que presentan documentos técnicos para demostrar que hay suficiente pescado y gambas en Catalunya para ampliar los días de pesca. Según el conseller, como hay suficiente gamba, en pocos días ya consumen la cuota máxima asignada, lo cual considera un "absoluto absurdo". Así, reclama a Bruselas que se defina un modelo de pesca que se adapte al Mediterráneo y "responda a la realidad de Catalunya". Según Ordeig, el comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, les ha dado la razón, pero lamenta que esto no se haya traducido en hechos. "Tenemos una sensación de tomadura de pelo y de perjuicio hacia la actividad", ha afirmado en declaraciones a los medios. El conseller también avisa que "estemos entrando en un camino de no retorno por pérdida de flota", por los pescadores que se retirarán porque se les "ahoga".