La ultraderecha es experta en decir falsedades. Sin embargo, sus miembros tienen que ir alerta de encontrarse con periodistas como la mallorquina Maria Llull, que ha puesto al líder de Vox en Balears, Jorge Campos, en su sitio cuando estaba mintiendo sobre el catalán en la sanidad pública.

Después de que el Govern de las islas haya decidido expedientar los sanitarios que se nieguen a atender en catalán, Campos ha comparecido esta semana ante los medios para acusar al ejecutivo balear de querer castigar a los trabajadores que "no hablen catalán". "Cualquier fanático catalanista puede denunciar a un médico o un enfermero si considera que no lo ha atendido en catalán", se ha inventado.

No se expedienta a ningún médico por no hablar catalán

Después de esta mentira, la periodista Maria Llull (Ara Balears) ha aprovechado el turno de preguntas para poner al líder de Vox en su sitio y explicar cómo sus palabras no son más que falsedades: "Le pregunto si usted es consciente de que la declaración que acaba de hacer es mentira. No se expedienta a ningún médico por no hablar catalán, lo que pasa es que se abre un expediente administrativo a los médicos que se niegan a atender pacientes que se explican en catalán y a los cuales el médico puede responder en el idioma cooficial que encuentre conveniente, como puede ser el catalán o el castellano".

Después de esta lección, Campos se ha quedado sin palabras. Ha mantenido el silencio un rato y no ha tenido ninguna mejor idea de preguntar si la periodista podía repetir la pregunta". Llull responde que "no", ya que parecía que el político de extrema derecha quería que la reportera se pasara al castellano. Entonces, el líder de Vox ha decidido no responder: "Lo siento, no la he entendido", ha dicho en español. La televisión pública de las Balears, IB3, ha grabado toda la escena y la ha difundido en las redes sociales.

Esta semana hemos sabido que el Govern balear expedientará a los sanitarios que se nieguen a atender en catalán. Concretamente, la conselleria de Salut ha asegurado que investigará mediante expedientes informativos todas las reclamaciones por discriminación lingüística que se notifiquen y que, en caso de ser necesario, se abrirán expedientes disciplinarios. Una medida que forma parte del paquete de "políticas proactivas" en las cuales se han comprometido a llevar a cabo a los integrantes del ejecutivo isleño.

Unas medidas que llegan después de episodios graves de catalanofobia a la sanidad pública mallorquina en mucho pocos días de margen. Primero, un usuario criticó a las redes que una médico se negó a atender en catalán a su madre en un centro de atención primaria de Palma. Poco después, un individuo denunció los problemas que tuvo a la hora de ser atendido en un centro médico de la localidad mallorquina de Campos por el simple hecho de hablar catalán.

Catalanofobia creciente

La respuesta del Govern a estos casos de catalanofobia no fue la mejor. La Obra Cultural Balear (OCB) exigió la destitución del responsable de Salut que había "humillado" a las víctimas de discriminación lingüística cuando dijo que "se llevan a cabo más de diez millones de actos médicos con interrelación entre profesional y paciente al año y que las 58 denuncias registradas delante de la Oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos suponen solo el 0,00058% de estas interrelaciones". La entidad entendió esta apreciación como un menosprecio del problema, en un momento en el cual el 40% de las denuncias que recibe la Oficina de Derechos Lingüísticos afectan a la sanidad.

Es por eso que el OCB no se conforma con los cambios en que ha propuesto al ejecutivo balear. La entidad cultural exige un plan de choque para el catalán a la sanidad pública, mediante el cual se pueda garantizar los derechos de los usuarios a expresarse libremente, sin sufrir coacciones ni chantajes, en lengua catalana".

 

Imagen principal: El líder de Vox en Balears, Jorge Campos / Europa Press