El fundador de la ONG Open Arms, Òscar Camps, ha criticado este lunes que durante los días que el barco de la entidad estuvo pendiente de desembarcar los migrantes rescatados en el Mediterráneo, el Gobierno no les ofreció ningún tipo de ayuda. Camps ha especificado que no se pidió ayuda a España ni poder desembarcar en puertos españoles porque estaban demasiado lejos y la situación a bordo era ''muy complicada''.

En una entrevista en Rac1, Camps ha admitido que se sintieron ''torpedeados'' para las iniciativas del Gobierno que ''no envió ni el cónsul'' a pesar de ver que un barco español estaba ''secuestrado'' dentro de territorio italiano y con una sentencia judicial favorable. El activista ha explica también que el barco estará ''bloqueado'' como mínimo hasta el 10 de septiembre porque están pendientes de una inspección sanitaria.

Campos ha criticado así, la actitud del Gobierno y las palabras de la vicepresidenta en funciones, a Carmen Calvo, ya que cuando el Gobierno ofreció algún puerto, la situación en el barco era muy complicada, teniendo ya que rescatar a mucha gente que se tiraba por la borda. Camps ha explicado que sólo ha mantenido comunicaciones con el ministro Ábalos sin embargo ''sin retorno''. En cambio, también ha relatado que Pedro Sánchez si que llamó Richard Gere cuando este visitó el barco y que le admitió encontrar´-se con una ''versión política'' del líder socialista y ''muy poca humana'', motivo por el cual se ofreció para ''hacer de mediador'' ante esta situación. Por Camps la presión migratoria en el sur de España, por ejemplo, es ''ridícula'' en comparación con la que sufre Grecia, ya que ha disminuido un 30%. En cambio, sitúa Barajas y el Prat, como a ''problema'' de la ''inmigración irregular masiva''.

Pe Camps, la posición de la Comisión Europea respecto de esta problemática es ''cínica'' ya que sólo el 8% de las personas llegadas a Italia lo han hecho en un barco humanitario. Por el fundador de Open Arms se difunde información ''muy tendenciosa'' para generar un discurso concreto y que la gente ''se confunda''.

Durante la entrevista en Rac1, Òscar Camps también se ha defendido ante las críticas publicadas recientemente sobre la gestión de su empresa de servicios acuáticos. Camps ha negado que esconda las cuentas anuales de la compañía y ha reconocido que la gestión la tiene confiada a una dirección. Ha recalcado que es una empresa que trabaja tres meses el año, los meses de verano, y que contrata mayoritariamente gente joven, la mayoría sudamericanos, que hacen de socorristas a las diferentes playas que tiene adjudicadas, pero que ninguno está en la ciudad de Barcelona. En veinte años, ha dicho Camps, quizás han pasado 4.000 personas por la compañía, y por eso, reconoce que ha habido despedidas, porque hay ''gente buena y que no''. Asegura que se aplica el convenio colectivo y asegura que desde que tiene más ''popularidad'' han aumentado las denuncias de determinados sindicatos.