Josep Maria Estela se ha estrenado este viernes, desde que es comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, en el Parlament de Catalunya. No es la primera vez que comparece, ya lo hizo en la comisión reservada sobre los atentados de Barcelona y Cambrils, pero hoy, ante la Comisión de Estudio del Modelo Policial, ya lo ha hecho con los galones invisibles de ser el jefe de los Mossos d'Esquadra. Estela es el máximo mando policial del cuerpo desde el 20 de diciembre de 2021, cuando el departamento de Interior destituyó al mayor Josep Lluís Trapero. Estela ha avanzado las líneas maestras de su mandato, como la proximidad y la neutralidad política del cuerpo y ha recordado que los Mossos d'Esquadra, como policía gubernativa, "será lo que quiera que sea el pueblo de Catalunya".

El jefe de los Mossos ha explicado delante de los diputados cuáles son las líneas de trabajo de la Prefectura que él comanda para preparar a la policía de Catalunya de cara a 2030, que es el objetivo en fecha que se ha puesto Interior y la dirección policial de los Mossos para tener lista la actualización y modernización del cuerpo de la policía de Catalunya. Estela ha avanzado algunos de estos puntos, sobre todo, la proximidad, que es la que el jefe del cuerpo quiere implementar durante esta transición, y también la neutralidad política de los Mossos d'Esquadra, que Estela lo ha definido como uno de los puntos del ADN Mossos, y que por eso no se puede modificar, en un aviso velado, en sede parlamentaria, a sus superiores políticos.

Si bien protegerá esta "neutralidad política" del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, también ha recordado que los Mossos d'Esquadra tienen la misión de velar por la seguridad ciudadana, pero que lo tienen que hacer de acuerdo con las demandas que hace la sociedad de Catalunya, que muchas veces son cambiantes, y que las recogen los partidos políticos que tienen representación en el Parlament de Catalunya. "Seremos la policía que quiera el pueblo de Catalunya", ha asegurado Estela en su intervención delante de los diputados de la Comisión de Estudio del Modelo Policial.

Las armas de los Mossos se tienen que adecuar a las convicciones de la sociedad

Uno de los elementos nucleares de la comisión del Parlament es como la policía de Catalunya gestiona el orden público y como las dos unidades policiales que se dedican, el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y la Brigada Móvil (Brimo), tienen que afrontar su intervención cuando concentraciones ponen en riesgo el orden público con incidentes. El comisario jefe ha asegurado que desde el cuerpo se están llevando a cabo reflexiones para cómo mejorar el funcionamiento de estas unidades del cuerpo, pero que todos estos cambios estarán sujetos a las instrucciones que dé la comisión en marcha en el Parlament, cuando, el año 2014, también en una comisión parecida, se decidió que la policía catalana dejara de utilizar a las lanzadoras de pelotas de goma en disturbios.

Sin embargo, Estela ha hecho un claro aviso a los diputados que participan en la comisión parlamentaria de la necesidad que el cuerpo de los Mossos d'Esquadra tengan las herramientas que permitan garantizar su misión, que implica garantizar el orden público. La elección de estas armas para gestionar el orden público, haciendo referencia al debate que han abierto algunos partidos como la eliminación de las lanzadoras de foam, que fue el arma que adoptó el cuerpo de los Mossos después de la prohibición de las pelotas de goma, será aceptada por los Mossos, pero Estela hace una petición en paralelo: no quedarse sin herramientas, pero que sean herramientas aceptadas por la sociedad catalana, representada por los diputados del Parlament de Catalunya.

04032022 Rebrota latera baixalEstela, acompañado del jefe de la CGRIP, el comisario Codina / Foto: Parlament de Catalunya

"Los Mossos d'Esquadra tienen que acompañar e ir juntos de la sociedad catalana", ha asegurado el comisario Estela, "para conseguir la legitimidad", y es por eso que si bien pide que el Parlament dote de las herramientas efectivas para cumplir su misión, también sabe que algunas de estas herramientas que se utilizan en países cercanos no se podrían utilizar en Catalunya. Estela ha puesto, como ejemplo, que cree que la sociedad catalana no avalaría el uso de perros adiestrados o caballos en disturbios como hacen países como Francia o Alemania. "Tenemos que tener las herramientas para cumplir nuestros objetivos, pero se tiene que hacer en la línea de los valores de nuestra sociedad", ha asegurado. Sin embargo, no se ha pronunciado si se tienen que prohibir o no las escopetas de foam. "Eso lo tienen que decidir Ustedes", ha lanzado a los diputados, siguiendo el rastro de Jaume Bosch, que también pidió a los diputados que hicieran su trabajo, y que ni comprometieran en los Mossos d'Esquadra, en aquel caso, en si enviar o no enviar efectivos de orden público a los desalojos.

El comisario ha cerrado la puerta a cambiar el modelo de orden público, que, también por instrucción del Parlament, ahora se basa en la distancia de la masa, evitando así el cuerpo a cuerpo con los manifestantes. Para hacerlo, sin embargo, hacen falta las herramientas que permitan esta distancia, y también, -nueva petición del comisario jefe en sus jefes políticos-, más efectivos y más formación para los agentes.

Más mediación y más herramientas técnicas de control

Más allá de las armas, el comisario Estela también ha detallado que la mediación es también uno de los pilares de la gestión del orden público y una de las herramientas que la nueva Prefectura quiere engordar y reforzar de cara a evitar llegar al último estadio, que es el uso de la fuerza para parar o dispersar los disturbios. El jefe del cuerpo también espera poder dotar las unidades de orden público de más mecanismos de control interno para poder garantizar la transparencia y el proceso de rendimiento de cuentas.

Estela ha anunciado que es su intención poder añadir mecanismos de seguimiento de las armas, facilitando el rastreo y trazabilidad y grabación de imágenes, en las lanzaderas de foam para poder dar explicaciones y también poder explicar ante los jueces, si así procede, que las cosas se hacen bien y según el protocolo.