Los dos barcos de la organización catalana Open Arms han entrado este sábado a las 9 horas en el puerto de Palma de Mallorca para desembarcar Josefa, la mujer camerunesa encontrada con vida el martes pasado después de naufragar del barco en el cual intentaba llegar a Europa, y los dos cadáveres rescatados.
Escoltado por una patrullera de la Guardia Civil, el Open Arms ha sido remolcado hasta el Dique del Oeste del puerto de la capital balear, mientras que los medios de comunicación que los esperaban han seguido la operación de amarre a varios centenares de metros de distancia, desde el muelle de Peraires. La otra embarcación, Astral, ha quedado amarrada en las muelles comerciales.
¡Llegamos a puerto!#PalmadeMallorca pic.twitter.com/XDj0QWIY9I
— Proactiva Open Arms (@openarms_fund) 21 de julio de 2018
Está previsto que un médico y una enfermera del servicio de Sanidad Exterior suban a bordo para atender a la mujer rescatada e inspeccionar la embarcación a efectos de salud pública.
Cuando los sanitarios den su autorización, accederán al barco una psicóloga de Cruz Roja y una intérprete, para atender a la superviviente, y agentes de Extranjería de la policía española para su identificación y documentación con vistas a la autorización temporal de residencia.
Concluidos estos trámites una ambulancia llevará en la rescatada en un centro hospitalario donde estará ingresada hasta su recuperación.
Dos cadáveres
Del levantamiento de los cadáveres, una mujer y un niño, se hará cargo la preceptiva comitiva judicial.
Un rescate de la organización catalana Proactiva Open Arms en el Mar Mediterráneo / ACN
Ayer, Open Arms informó de que Josefa, la mujer camerunesa náufraga, "se está recuperando poco a poco, aunque está todavía débil".
Dos mujeres y un niño
La rescatada, de 40 años, sobrevivió más de un día abrazada a un trozo de madera de la barca en la cual viajaba, sufrió hipotermia, tiene un fuerte choque emocional y viaja en el barco estirón en una camilla.
Open Arms se plantea emprender acciones legales por la omisión del deber de auxilio del guardacostas libios, en los cuales acusan de embestir la embarcación en que viajaban las dos mujeres y el niño junto con otros migrantes y dejar a los tres abandonados en el mar Mediterráneo.