La jefa de los científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, ha avisado este miércoles de que no esperan que se pueda vacunar de manera generalizada a la población contra la Covid-19 hasta el 2022. La semana pasada la OMS había afirmado que eso pasaría a mediados del 2021. Ahora Swaminathan ha dicho que a mediados del 2021 llegará a los países una "cantidad limitada de dosis" y que se tardará unos dos años en vacunar a entre el 60% y el 80% de la población.

"Muchos piensan que a principios del próximo año llegará una panacea que lo resuelva todo, pero no va a ser así: hay un largo proceso de evaluación, licencias, fabricación y distribución", subrayó la experta india en una sesión de preguntas y respuestas con internautas a través de las redes sociales.

Swaminathan indicó que desde la organización se maneja como escenario más optimista la primera llegada de vacunas a diversos países a mediados del próximo año, momento en el que se deberá dar prioridad a los grupos de mayor riesgo, ya que entonces aún no se habrán podido producir dosis para toda la sociedad.

"Es la primera vez en la historia que necesitamos miles de millones de dosis de una vacuna", afirmó la científica jefe de la OMS, quien explicó que como mucho en las campañas masivas de vacunación anuales contra otras enfermedades se necesitan cientos de millones de dosis.

En la selección de grupos prioritarios para recibir la vacuna, la experta india insistió en que "los trabajadores sanitarios deberían ser los primeros, y en cuanto lleguen más dosis se ha de llegar a los más mayores, a personas con otras enfermedades, para ir así cubriendo a más y más población, un proceso que llevará un par de años".

Hasta entonces, subrayó Swaminathan, "la gente debe ser disciplinada", dando a entender que deberán continuar las medidas preventivas actuales (distanciamiento físico, mascarillas, higiene de manos...) o similares.

Vacuna de Oxford parada

Este anuncio llega el mismo día en que, la que era una de las vacunas más avanzadas del mundo ha decidido interrumpir un ensayo clínico porque uno de los participantes tiene "una enfermedad potencialmente inexplicable". Así lo ha comunicado un portavoz de la farmacéutica AstraZeneca.

El voluntario que ha enfermado reside en el Reino Unido, según Stat, que ha dicho que desconoce la naturaleza de la reacción adversa que sufre el individuo, aunque se espera que se recupere.

Esta es la vacuna que había desarrollado AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), junto con la Universidad de Oxford. La eficacia de esta vacuna se estaba experimentando en los EE.UU., el Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo hubiera dado resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en el Reino Unido.