El arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, ha sido el protagonista de las últimas horas por un encuentro con el papa Francisco. Hace dos semanas el Papa bendijo la Moreneta de Girona, pero lo hizo en castellano, un hecho que lo dejó sorprendido. El pontífice preguntó al cardenal Omella por la lengua en que estaba escrito un texto que debía leer a la hora de bendecir la imagen de la Moreneta que se venera en la catedral de Girona. Y es que vio que el texto estaba en castellano y preguntó: ¿"No tiene que ser en catalán"?, y el cardenal afirmó que no. Este gesto ha generado mucha polémica durante las últimas horas, y Omella ha salido al paso para aclarar esta situación. "Este lío me ha dejado sorprendido", ha confesado este martes en El Mundo a RAC1.

El arzobispo ha negado que el Papa pidiera hacerlo en catalán. ¡"Al contrario! Si hubiera sido en catalán, además, habría tenido problemas para pronunciarlo", ha apuntado. "Cuando el Papa entra y va directo a hacer la bendición, me pregunta si es en catalán o en castellano. Yo miro y veo que el papel está en castellano, y se lo digo", ha relatado. Sin embargo, ha indicado que el texto que tenía que leer el pontífice no pasó por sus manos, "eso lo han preparado los monjes de Montserrat, que son los que envían los textos a la secretaría de Estado, y lo hicieron en castellano. Entiendo que porque el Papa no sabe hablar catalán. Eso no pasa por el Arzobispado". El arzobispo ha apuntado que el organizador fue el padre Joan Maria Mayol. Además, ha añadido que todos los detalles ya estaban preparados con muchos días de antelación, antes del viaje a Roma.

El Papa habló en catalán

Omella ha indicado que gracias a él, el Papa dijo "buenos días a todos" en catalán al inicio del acto. En este sentido, se ha mostrado satisfecho para que al menos el Papa hiciera el saludo en catalán "creo que eso a la gente le gustó". Ante las críticas que ha recibido durante las últimas horas, Omella se ha mostrado confundido "no sé qué ha pasado aquí, qué movimiento se ha hecho en contra de mi persona o de la lengua", ha lamentado el cardenal. Con todo, ha asegurado que él no tiene nada en contra del catalán. "El contrario, lo quiero mucho", ha insistido el arzobispo. "Yo hablo mal el catalán porque soy de la Franja. Pero tengo un gran afecto a la lengua: fue la primera que aprendí y con toda la familia la hemos hablado siempre".