Noemí Casquet (Sabadell, 1992) se ha convertido con toda una referente para millares —millones de personas, de hecho— que siguen sus perfiles en las redes sociales y su trayectoria, enfocada sobre todo a la divulgación clara y sin ambages de la sexualidad. Afirma estar convencida de que solo conocemos un 30 % de nuestra sexualidad e invita a todo el mundo a romper con el tabú que todavía recae sobre el sexo. Sus límites son la escatología y el sexo no consensuado, sobre el resto, confesa, se muestra abierta a la exploración sensorial, sexual y experimental a través de los sentidos, centrada sobre todo en la sexualidad ancestral.

Preguntándole por cómo desconecta del trabajo, nos explica que la cerámica y la pintura la ayudan, así como el yoga, la meditación o quedar con los amigos y amigas; "cuidar los vínculos es lo más importante para mí". Aparte de eso, también está haciendo un curso de DJ para pinchar en orgías, aunque reconoce que quiere empezar a hacer sesiones tántricas "para que la gente pueda follar con música de fondo". Hablamos de sexo con ella vía Zoom, tal como lo haríamos con un buen amigo o amiga, sin eufemismos ni tabúes.

Noemi Casquet : Anita Mañez

Noemí Casquet fotografiada por Anita Mañez

¡Cómo cuesta, hablar de sexo claro y sin manías! ¿Cómo es que todavía se sigue asociando la sexualidad a algo negativo y sucio en muchos casos?

Venimos del sexo, es el origen de nuestra vida, ya sea a través de un polvo o a partir de una fecundación, y es curioso que hayamos hecho un tabú de nuestra existencia y que no lo estemos honrando cada vez que lo practicamos; ¡el poder que eso representa! Al venir del sexo, es lógico que cuando te encuentras rodeado de la sexualidad o dentro de la misma, tengas sensaciones muy poderosas que puedan cambiar en muchos aspectos. Te pueden dar los índices de quién eres dentro de la identidad del género, la orientación y el deseo, la forma como concibes el amor...

Es curioso que hayamos hecho un tabú de nuestra existencia

¿Por qué es interesante hacer un tabú de nuestro origen? Básicamente porque así es mucho más fácil la manipulación social. El ser humano se distingue del resto de seres vivos por su espiritualidad y la fe, que puede ser activa o pasiva. No creer en nada ya es posicionarse. En este sentido nos han manipulado mucho. Las bases teóricas del ser humano no son divulgadas; no nos educan sobre nutrición y comemos; no nos educan sobre finanzas y vivimos en un sistema de poder capitalista; no nos educan sobre emociones y somos seres emocionales; no nos educan sobre sexualidad y somos seres sexuales. Nos imponen unas creencias sin explicarnos qué es la espiritualidad, cómo acceder a ella, cómo nos puede ayudar. Todo eso con la finalidad de no poder recibir la información y seguir siendo unos ignorantes, para que nos la den totalmente manipulada y así sigamos perpetuando el sistema de poder que tenemos.

¿Entonces, cómo nos tenemos que liberar?

Entendiendo que hemos sido educados bajo esta estructura que nos condiciona, el primer paso es preguntarse; ¿por qué soy como soy? ¿Por qué hago lo que hago? ¿Lo que tengo o lo que quiero es lo que siempre he deseado o es lo que me han dicho que es lo que tengo que tener? Es muy difícil porque es una deconstrucción absoluta de todo el imaginario y de la perspectiva de la misma realidad. Esta deconstrucción la inicias ahora y te dura toda la puta vida. Yo me sigo deconstruyendo y encontrándome con mierdas que digo; hostia, eso me lo han metido de alguna peli romántica de mierda.

Otro de los condicionantes del camino hacia la liberación es que la religión nos ha dicho que el dolor es inevitable y que el placer es evitable. Y tendría que ser al contrario. Pero eso es otro condicionante de la conducta y de la manipulación, porque a través del dolor te pueden manipular mucho más. El placer da mucho poder, y el dolor también, pero no el sufrimiento, que es diferente. La liberación es darse cuenta del sistema en que vivimos, de cómo te ha condicionado, del imaginario romántico, sexual y, en general, de la realidad social para intentar cortar con él a través de la información, que es lo que nos hace libres, y lo que mueve el mundo. Si no disponemos de ella, vivimos en la ignorancia y somos mucho más manipulables.

¡Vamos allá! ¿Qué porcentaje de la sexualidad consideras que al humano todavía le queda por experimentar?

El 70 % de la sexualidad del ser humano todavía está por descubrir. Nos quedamos con un 30 % que es el cuerpo físico. Para mí este sexo por placer físico —como puede ser la eyaculación o un orgasmo— es esta descarga, contracción muscular y un leve y momentáneo orgasmo. La gente no sabe lo que es capaz de hacer el sexo. Mis estados más alterados de conciencia no han sido a través de las drogas o de la meditación. Puedo estar corriendome durante minutos, alargando el placer más allá del genital y del cuerpo físico. Puedo tener orgasmos sin tocarme en diferentes partes del cuerpo y, no es que sea superdotada, lo he trabajado y tengo la información correcta.

Mis estados más alterados de conciencia no han sido a través de las drogas o de la meditación, sino a través del sexo

Noemi Casquet: Anita Mañez

Noemí Casquet fotografiada por Anita Mañez

Me preocupo porque si nos queda un 70 % del placer sexual por descubrir, ¿qué estamos haciendo, estamos perdiendo el tiempo?

En absoluto, mucha gente está contenta con este 30 % y muchos no quieren vivir la sexualidad de una forma espiritual o entrando en estados alterados de conciencia. No hace falta siempre estar al máximo de todo. Ahora bien, para mí sí que es importante. En mi caso, por ejemplo, fue la sexualidad ancestral que me cambió la existencia sexual y personal. Por eso estoy tan pesada con este tema, porque me marcó un antes y un después. Yo vería con curiosidad y con motivación el camino que todavía me queda por recorrer.

Tengo la sensación por el entorno —limitado, lógicamente—, que percibo cómo las chicas se muestran más abiertas a la experimentación a diferencia de los chicos o de los hombres más adultos. ¿Es así?

Eso es debido a la masculinidad tóxica presente en nuestra sociedad. A las mujeres se les da el paquete entero de las emociones y no existe ningún tabú con respecto a la vulnerabilidad o a la ignorancia. Nos han educado de una forma mucho más permisiva, obviamente con otro tipo de opresión. Con respecto a los hombres su gestión emocional es prácticamente nula. La alegría a menudo la expresan como ira, la tristeza no la pueden procesar y con el miedo, les pasa el mismo. Solo les han dejado la ira, la rabia, el poder enfadarse con la capacidad de tener que solucionarlo todo, de saberlo todo y de estar por encima de todo. Eso hace que no tengan tanto de interés en una educación sexual, porque tienen interiorizado este mensaje de que ya lo saben todo.

Y se están perdiendo uno de los puntos de placer más importantes que tienen en su cuerpo...

¡Correcto! ¿Si tienes que cruzar el culo te volverás gay? ¡Ni que ser gay fuera malo, vida mía! De repente no te gustarán los chicos, quizás te gustará una práctica en concreto. La palabra maricón es una palabra que a los hombres les rebota en la cabeza como algo que no tienen que ser, que tienen que renegar, porque durante la infancia o la adolescencia lo han recibido como un insulto. Las mujeres no hemos tenido esta lucha. Por eso pienso que hay muchas más mujeres abiertas a la bisexualidad y por eso a los hombres les cuesta mucho más que expresen públicamente su orientación sexual. Muchos hombres se morirán sin conocer uno de los puntos más placenteros que tienen en su cuerpo.

Muchos hombres se morirán sin conocer uno de los puntos más placenteros que tienen en su cuerpo

Yo soy de la teoría que todos somos bisexuales. El deseo influye mucho en nuestra apertura, no te tienen que gustar todos los hombres, yo me considero bisexual y no me gustan todas las mujeres. La escala de Kinsey, que va del 0 —estrictamente hetero— al 10 —estrictamente homo— consistía en preguntar a la gente dónde se situaban y muy pocos se posicionaron en el 0 o en el 10. La gran mayoría estaban en torno al 1 o al 9, pero se abrían a la posibilidad. Siempre hay cierto margen a la sorpresa.

¡Eso es fantástico! Explicas cómo comer un coño, cómo hacer una buena mamada, qué es el squirt... Son cosas que pueden parecer fáciles, pero que quizás no lo son tanto; ¿hace falta más divulgación sexual?

No nos educan sobre cómo podríamos comer un coño o una polla. Mi intención no es imponer unas doctrinas, cada persona es un mundo con sus gustos, pero sí que hay ciertos parámetros que se pueden aplicar en general y, a partir de allí, se aplican a nivel personal. No tenemos información sobre el placer, tenemos información partiendo del miedo; a coger ETS, a quedarnos embarazadas... ¿Cómo podemos hacer del preservativo un momento sexi? Se puede hacer atractivo y cool poniéndolo de un montón de formas diferentes. Y aquí está donde entra mi trabajo.

No tenemos información sobre el placer, tenemos información partiendo del miedo

¿Que prácticamente un 80% de tus seguidoras sean mujeres, te hace pensar que quizás empieza a haber un empoderamiento de la mujer a la hora de escoger, identificar y saber qué quiere y cómo lo quiere?

Sí, sin duda el feminismo a lo largo de la historia ha ayudado mucho y es una lucha que hay que seguir. Nos sentimos menos reprimidas y más empoderadas con el sexo que los hombres. Entre ellos no se habla de eyaculación precoz, de si no se les pone dura o de si no saben dar placer, por ejemplo. Eso se debe a esta masculinidad tóxica y por cómo tienen que actuar en grupo. De los pocos hombres que me siguen los habrá que pensarán "que buena que está esta tía" o "que caliente me pone" y otros que realmente querrán aprender.

¿Consideras que la tuya es una voz que incomoda hablando abiertamente de sexo?

¡Muchísimo! Soy muy clara y directa. Mucha gente me dice que soy vulgar o choni, pero es mi forma de ser; natural. Un coño es un coño, una polla es una polla y follar es follar. No tengo por qué bautizarlo con otros nombres. Para mí es importante la resignificación de las palabras. Zorra siempre ha sido un insulto hacia la mujer que vivía una sexualidad activa y a su gusto, y durante mucho tiempo nos ha hecho daño. Por eso lo puse de título a uno de mis libros, para que deje de serlo, para que deje de causar dolor.

¿Una forma de comunicar que atribuyes a tu éxito?

Sin duda, la identidad siempre es la clave de todos los éxitos. Cuando una persona tiene una identidad muy definida es por lo que se busca. Nunca nos funcionará ser clones de otros. Tenemos que ser nosotros mismos y mi forma de hablar es la clave del exito y también la clave para que todo cueste un poco más.

Mi forma de hablar es la clave del éxito y también la clave para que todo cueste un poco más

Si alguna cosa te distingue, es la difusión de prácticas basadas en la sexualidad ancestral. ¿En qué consisten, estas?

Es todo lo que tiene que ver con las prácticas sexuales de civilizaciones antiguas actualizadas a día de hoy. Me baso en la investigación de todas estas prácticas para poder recoger la información y explicarla. Por mis redes sociales hablo de ella a través del tantra o del taoísmo, pero poco a poco quiero ir ampliando la difusión mientras sigo hablando del BDSM, de las relaciones abiertas, etc. Intento hacer una fusión de lo que veo a lo que más interesa, que es sobre todo el sexo más clásico y tradicional, mezclándolo con la parte más tántrica para estimular otras partes.

¿El autoconocimiento de uno mismo es el fundamento para disfrutar al máximo de la sexualidad?

Sin duda, y la autoescucha activa durante las relaciones sexuales compartidas. A menudo no sabemos poner límites, nos cuesta ponerlos por la excitación del momento, por miedo y vergüenza. Saber cómo funciona nuestro cuerpo y cómo reacciona ante estímulos es importante, y depende mucho del contexto, de la persona, del momento en el que estás, de la sensibilidad que tengas, del ciclo menstrual... Hay un montón de extras que condicionan el placer aparte del autoconocimiento. Pero esta es la base de todos estos extras. Si te conoces a ti mismo tienes mucho de ganado con el sexo.

 Noemi Casquet : Anita Mañez

Noemí Casquet fotografiada por Anita Mañez

Estás inmersa en una serie y con un nuevo libro. ¿Qué nos puedes avanzar?

No sabemos todavía cuándo se estrenará, pero sí, estamos haciendo la adaptación audiovisual de la primera novela, Zorras, Malas y Libres, para la plataforma de Atresplayer prémium. Ahora nos encontramos en pleno rodaje y yo también saldré en un pequeño papel que creo que gustará. Con respecto a la novela verá luz el segundo trimestre del 2023, entre mayo y en junio, y viajaremos un poco lejos con una parte más divulgativa mezclada con entretenimiento. Eso nos permitirá aprender mucho sobre una temática en concreto a través, también, de la ciencia ficción.

Antes de acabar, en época de Tinders, Grindrs y Bumbles; ¿4 consejos para quedar bien en las fotografías de los perfiles?

La naturalidad es lo más sexi que existe. La sonrisa es sexi y actúa como espejo de las neuronas que nos permite aproximarnos a la persona. Es una invitación a querer conocer, a interactuar. No te hagas fotos con los colegas, si has hecho un curso de surf no vayas de surfista, no te hagas una foto con el perro de la amiga y, sobre todo, no hagas un voluntariado turístico en África y te hagas la foto de turno con el niño, rollo soy el salvador blanco. Estas mierdas se tienen que evitar. Ah, y evita también los filtros, porque ya eres guapo o guapa tal como eres.

Noemí, ha sido un placer.

Muchas gracias a vosotros, un abrazo.