Barcelona pone fin a partir de este martes a la moratoria de bicicletas en la ciudad, que permitía la circulación en las aceras de más de 4,75 metros. A partir de ahora podrán utilizar las que hagan más de cinco metros. La nueva normativa afecta principalmente a las aceras del plan Cerdà, que están situadas sobre todo en el distrito del Eixample, pero también en algunas zonas de Sant Martí. Según el director de Mobilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Adrià Gomila, con esta medida se pretende evitar los "conflictos" entre los ciclistas y los peatones, además de convertir Barcelona en una ciudad "más ciclista", donde la circulación de las bicis por la calzada sea la norma y por las aceras la "excepción". "Hay que poner a las bicis en su sitio", ha asegurado Gomila.

La finalización de la moratoria implica que las bicicletas ya no podrán circular por las aceras de menos de 4,75 metros, con algunas excepciones.

En el caso del horario nocturno –entre los 22h y las 7h-, las bicis sí que podrán utilizar las aceras de entre 4,75 y 5 metros, siempre que haya 3 metros de espacio libre.

También podrán seguir circulando por las aceras menores de 4,75 metros los ciclistas que tengan menos de 12 años y "el adulto que los acompañe". De la misma manera, las bicis podrán ir por las aceras cuando el carril bici esté situado sobre estas, siempre que se viaje a un máximo de 10 kilómetros por hora.

Con respecto a la aplicación de la medida, en los primeros días de la entrada en vigor de la normativa los ciclistas que incumplan la norma no serán sancionados, excepto en aquellas conductas más graves. Durante este tiempo de adaptación, la Guardia Urbana sólo se limitará a informar a los usuarios de la nueva norma. También lo harán una veintena de informadores en la calle. Antes del último día de enero, sin embargo, ya se sancionará a los usuarios que incumplan la norma.