Seis agentes del ARRO de los Mossos d'Esquadra, han quedado expulsados definitivamente del cuerpo policial después de que la Generalitat haya recibido la ejecutoria de la sentencia este martes. Los acusados reconocieron haber agredido a un joven negro en Sant Feliu Sasserra, en el Bages (Barcelona), al grito de "negro de mierda" en enero del 2019, y aceptaron una condena de un año de prisión y seis meses más de inhabilitación por estos hechos, aunque podrán evitarla si aceptan participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación.

La ejecutoria del juez llegó al Ministerio del Interior el pasado viernes, y este lunes la firmaron Tamara Garcia, secretaria general de Interior, y Pere Ferrer, director de los Mossos d'Esquadra, haciendo efectiva la sentencia. Por otra parte, los expedientes disciplinarios que se abrieron en su momento para cada uno de ellos han quedado archivados. La Fiscalía, inicialmente, pedía tres años y medio de prisión y cuatro de inhabilitación para los acusados, con una sentencia de conformidad que incluía también una multa de 300 euros y una indemnización de 80.000 para la víctima, que será pagada por la Generalitat como responsable civil subsidiaria.

La víctima fue objeto de la agresión por su color de piel

Los seis mossos, sin embargo, pactaron la reducción de la pena, confesando haber agredido a la víctima después de acorralarla en un piso ocupado de la calle Manresa de Sant Feliu Sasserra, mientras lo insultaban con gritos racistas y denigrantes como "mono" o "mierda humana". Los agentes le propinaron puñetazos en la cabeza y patadas en los costados, además de escupirle y tirarle bolsas de basura. Además, uno de los condenados hizo un disparo al aire para asustarle mientras le decía "He fallado, que, si no, te reviento". Los mossos detuvieron a la víctima acusándolo de un delito contra la salud pública y siguieron golpeándolo una vez ya esposado.

Finalmente, el juicio ha concluido con un acuerdo entre la acusación particular, la fiscalía y la defensa, que consiste en la reducción de las penas de cárcel, así como en evitar entrar a cambio de acudir a un programa de sensibilización. Además de la multa y la indemnización, los seis hombres no podrán acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante los próximos cuatro años; los seis condenados podrán todavía recurrir la decisión administrativa de Interior en el tribunal contencioso. Por su parte, la víctima ya había tenido algún encontronazo anteriormente con los Mossos d'Esquadra, y tenía algunos antecedentes policiales.