Cambray no ha convencido. La cesión que ha hecho esta mañana el conseller d'Educació no ha sido suficiente para evitar que las calles de Barcelona se volvieran a llenar de maestros y profesores. Esta vez el escenario ha sido la calle de Tarragona. La manifestación ha salido de la plaza de los Països Catalans y ha llegado hasta el Saló de l'Ensenyament, ubicada en la plaza Espanya de la capital catalana. Según la Guardia Urbana, en esta nueva movilización han participado 10.000 personas, menos que martes; pero suficientes para dejar claro al Departament d'Educación que la comunidad educativa está molesta por la gestión que se hace sobre el sector. La conselleria, por otra parte, ha rebajado la participación en la huelga en diferencia a este martes, y la ha situado en el 15%.

Todo ha empezado esta mañana, cuando Josep Gonzàlez-Cambray se ha visto obligado a no asistir a la inauguración del Saló de l'Ensenyament. El jefe del Departament ha evitado coincidir con un piquete informativo que lo esperaba en la plaza Espanya de Barcelona, y ha optado por ofrecer una rueda de prensa de urgencia desde su conselleria. Allí ha pedido a los sindicatos que se sienten a negociar sus demandas, y que dejen de hacer huelga y movilizarse en la calle; pero ha hecho una cesión para tratar de rebajar la tensión: informar de que los centros no tendrán la obligación de aplicar el nuevo currículum el curso que viene, y que lo pueden aplicar a partir del siguiente si así lo desean.

Varias fuentes sindicales han cargado contra este mensaje de Cambray en declaraciones en ElNacional.cat. Y de hecho, la portavoz del sindicato mayoritario USTEC, Iolanda Segura, ha manifestado ante los medios antes de empezar la manifestación de este miércoles que la comunidad educativa rechaza la propuesta del conseller porque se sienten "engañados". "Nos dijo que la cuestión del currículum no se podía aplazar", ha manifestado.

 

 

A pesar de la cesión de Cambray, los manifestantes han vuelto a salir a la calle. El ambiente ha sido siempre festivo, a pesar de insistir en la dimisión del conseller en varias ocasiones. Los manifestantes han vuelto a hacer estallar alguna traca durante su trayecto hasta el Salón, y se han cantado canciones en favor de la educación y en contra de los recortes. Se han hecho algunas pintadas al suelo para condenar la gestión de la conselleria y para dejar claro que la comunidad sale a la calle por motivos que van más allá del calendario. Como por ejemplo los recortes, la cuestión del currículum o la salud mental de los alumnos.

Avenida María Cristina, manifestación maestros profesores, intento de entrar salón de enseñanza, esposas - Sergi Alcàzar

Cuando el gentío ha llegado al paseo de Maria Cristina de Barcelona, sin embargo, un grupo reducido de un centenar de personas ha intentado acceder dentro del recinto donde se celebra el Saló y ha habido algún enfrentamiento y prueba de fuerza con la organización, que se ha visto obligada a cerrar una reja y no permitir que nadie accediera dentro.