Los Mossos d'Esquadra han notado un repunte de los hechos delictivos en Catalunya. A medida que se cambia de fase de desconfinamiento por el coronavirus y hay una flexibilización de las medidas, los delitos crecen.

De los 353 hechos por día que había durante el confinamiento total, se ha pasado a los 821 estos últimos días, cuando en algunas regiones sanitarias ya estaban en la fase 1.

Los Mossos d'Esquadra han detectado un movimiento en los delitos en cinco fases durante el confinamiento.

Del 14 al 27 de marzo, los primeros días desde la aplicación del decreto de estado de alarma, hubo una disminución del 77,8% de los delitos. Durante el confinamiento total, la bajada fue del 80,3%. Después de la Semana Santa, con las primeras medidas de flexibilización, la cifra va a la baja, pero se queda en un 70% menos. Durante la tercera prórroga del estado de alarma, con las salidas por franjas horarias, la bajada es inferior y se sitúa en el 67,4%. Y actualmente, los delitos han bajado un 54,2%.

Durante el confinamiento total había 353 hechos delictivos por día. Ahora hay 821 por día. Se ha duplicado, aunque las cifras no tienen nada que ver con las de hace un año, cuando había 1.794 delitos por día. La media total de la disminución de delitos durante todas las etapas del confinamiento es del 71,5%. En números absolutos, entre el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, y el pasado 10 de mayo, ha habido en Catalunya 28.700 delitos, frente a los 100.926 del mismo periodo del año anterior.

¿A qué se dedican ahora los delincuentes?

Los robos con violencia e intimidación han subido también, especialmente en el Camp de Tarragona, hasta hoy la zona más poblada de Catalunya en la fase 1 del desconfinamiento, a la cual este lunes se han sumado el resto de las regiones sanitarias catalanas excepto Barcelona y sus áreas metropolitanas norte y sur.

Una de las principales preocupaciones de los Mossos d'Esquadra son las estafas, especialmente por internet, ya que es un delito que, a diferencia de los hurtos, no requiere el contacto físico, por lo cual se han mantenido en un nivel equiparable al de la etapa previa al coronavirus. En este sentido, han proliferado estrategias para obtener los datos de la tarjeta de la víctima, para conseguir una transacción económica haciéndose pasar por un compañero de empresa o por un proveedor o la extorsión en el ámbito de la pornografía.

Con el avance de la desescalada, los Mossos d'Esquadra también han detectado un aumento de concentraciones no comunicadas, aunque todavía son esporádicas, así como de actos de violencia contra la policía que no tienen un origen político o social, sino por intervenciones de los agentes en disputas vecinales en las que aflora el descontento social después de semanas de confinamiento.

Ante esta situación, los Mossos mantendrán un dispositivo de seguridad que iniciaron hace meses en barrios como Sant Roc y la Mina, además del Raval, y también lo extenderán al de la Salut y a otras zonas de Catalunya en las que consideren necesario incrementar su presencia policial ante un posible repunte de la reacción desproporcionada a las intervenciones de los agentes, como las que se han producido recientemente en Badalona, Premià, Manlleu y Manresa.

Con respecto al tráfico de drogas, el confinamiento ha provocado una drástica caída, si bien con el inicio de la desescalada las detenciones han aumentado en un 21%, en parte gracias al hecho de que es más fácil detectar a los vendedores, ya que con menos gente en las calles y más controles policiales quedan más expuestos.

En este sentido, los Mossos han contactado con las empresas de mensajeros para darles consejos para intentar detectar si transportan droga sin saberlo, y además han abierto nuevas vías de investigación, ante la sospecha de que varias redes criminales aprovechan las dificultades económicas de muchas empresas para intentar realquilar sus naves para cultivar marihuana y aprovechar sus flotas de reparto para distribuir la droga.

A lo largo del confinamiento, los casos con menores vinculados han bajado en un 50%, mientras que las agresiones sexuales también han caído de manera drástica, especialmente las que se producen en situaciones de ocio o por parte de desconocidos.

Por su parte, en los casos de violencia machista, se está volviendo a los valores del año anterior, después de semanas en que el confinamiento ha dificultado que se denunciaran las agresiones. Paralelamente, el avance del desconfinamiento también ha provocado un aumento de casos de personas que se dan por desaparecidas, especialmente de ancianos con Alzheimer o de afectados por enfermedades mentales.