El Departament d'Agricultura ha activado el nuevo Pla de Control Poblacional (PCP) para hacer frente a la sobrepoblación de conejos en las comarcas de Ponent. El nuevo documento sustituye la anterior declaración de emergencia cinegética, que finalizó el abril pasado, y permite actuar de manera más quirúrgica. También se acompaña de 1,5 millones de euros en ayudas. Todo ello, con el objetivo de reducir la densidad media de población de conejo hasta los 10 ejemplares por cada 100 hectáreas. Por ejemplo, en invierno la media se situaba entre los 30 conejos/100 ha en la Segarra y los 581/100 ha en las Garrigues. Por otra parte, en el primer trimestre del 2025 se han registrado daños en 2.067 fincas, de las cuales 1.295 corresponden a campos de cereales.

Unió de Pagesos ya advirtió a mediados de mayo que habría “consecuencias en la calle”, en forma de movilizaciones, si el Govern no combatía de forma efectiva la sobrepoblación de conejos, jabalíes y corzos en la plana de Lleida y en el conjunto del país. En una rueda de prensa desde la capital del Segrià, el sindicato denunció que los daños en los cultivos por la sobrepoblación de estas especies “van a peor” y que la administración no destina suficientes recursos. La organización se quejaba de que desde que el 30 de abril acabó la emergencia cinegética por la sobrepoblación de conejos en la plana de Lleida, el ejecutivo no había aprobado ni había desplegado todavía el anunciado Pla de Control de Població (PCP), y dejaba las actuaciones en manos de los cotos de caza.

Varios cultivos, afectados gravemente

Ahora, el Departament d’Acció Climàtica ha presentado en Lleida un plan de control para combatir la proliferación de conejos que afecta gravemente a varios cultivos en Ponent. El acto ha reunido representantes de municipios, consejos comarcales, organizaciones agrarias, cazadores, Agentes Rurales y otros actores implicados en la gestión de fauna. La presentación ha ido a cargo de Cristina Massot, Jaume Minguell y Jaume Feixa, responsables del departamento.

El plan clasifica el territorio en cuatro zonas según la gravedad de los daños: seguimiento, vigilancia, alerta y actuación urgente. La zona más perjudicada ahora mismo es entre el sur del Pla d'Urgell y el norte de las Garrigues. Solo este trimestre se han notificado daños en más de 2.000 parcelas, sobre todo de cereales, pero también de fruteros y olivos.

Con este nuevo enfoque, el Govern busca optimizar las actuaciones y adaptarlas a cada realidad local. El plan, que se alargará hasta finales de 2029, abarca 147 municipios de Ponent e incorpora una línea de ayudas de 1,5 millones de euros para 2025. Las subvenciones cubren desde el 80% del coste de vallas y protectores, hasta ayudas para áreas de caza para adquirir visores nocturnos y munición ecológica, o para servicios de captura y gestión profesional de conejos.

Unas medidas que llegan “tarde”

A pesar de valorar el esfuerzo, las organizaciones agrarias insisten en que las medidas llegan tarde y son insuficientes. Unió de Pagesos lamenta que muchas inversiones hechas por los agricultores queden fuera de la convocatoria, y Asaja pide que se permita el uso de fosfuro de aluminio en infraestructuras públicas. Los cazadores, que ya abaten la mayor parte de los animales —entre enero y marzo se cazaron cerca de 130.000—, alertan de que la situación todavía está lejos de estar controlada.