A principios de febrero, el Parlament de les Illes Balears aprobó la ley Menorca Reserva de Biosfera, una norma que, entre otras cuestiones, contemplaba la posibilidad de limitar la entrada de vehículos a la isla durante la temporada turística. En los últimos años, sin tener en cuenta el 2020 por el impacto de la covid sobre el turismo, en la isla se han batido todos los récords de vehículos sobre sus carreteras menorquinas, que se han encontrado al límite de su capacidad. Sin ir más lejos, durante el 2022, seis puntos de la red vial registraron cifras históricas de paso de vehículos.

Después de la aprobación de la ley, impulsada desde el Consell Insular de Menorca gobernado por los socialistas, Més per Menorca y Unides Podem, la gran pregunta era si este límite en la entrada de coches (como pasa en Formentera) podría entrar en vigor esta misma temporada turística. Desde un inicio, el PSIB-PSOE consideraban que era demasiado precipitado, pero sus socios seguían apostando por esta medida. Ahora, sin embargo, desde la conselleria de Movilidad, en manos de Més per Menorca, han acabado reconociendo que no hay suficiente margen de tiempo para poner en marcha la iniciativa antes del verano.

"Una cosa es la potencialidad de la ley y la otra es que se pueda aplicar la restricción a la entrada de coches este verano". Así ha cerrado el debate a la consellera Montse Morlà, ante las expectativas de algunos que esperaban que, después de aprobar una ley muy esperada y que abrió conflictos entre los socios del Consell, este mismo verano se pudiera limitar la entrada de vehículos. Con todo, desde un primer momento eran conscientes de que los plazos eran demasiado justos, como ha acabado sucediendo. Así, las restricciones podrían empezar el verano de 2024, siempre que no haya un cambio de gobierno en el Consell Insular después de las elecciones del 28 de mayo. Desde el Partido Popular siempre han estado en contra de esta posibilidad.

Faltan datos concretos para poner en marcha la medida

Así, la consellera ha reconocido que la medida es demasiado compleja para aplicarla a corto plazo: "Para hacerlo bien no podemos tener prisas, Menorca quiere este cambio de paradigma en movilidad, se lo merece, pero la Administración tiene una responsabilidad. Se requieren datos concretos y exhaustivos", ha resumido. Este mensaje de Morlà choca con el tuit de su partido en el mes de enero, en que celebraban que se pudiera limitar la entrada de vehículos este mismo verano.

Tal como ha recogido el Diari Menorca, los datos se tendrán que obtener a través de un estudio técnico que permita saber cuántos coches y motos hay en la isla durante la templada alta. Está calculado que durante el 2022, casi 100.000 vehículos, sin tener en cuenta camiones de mercancías ni coches para alquilar o vender, desembarcaron en los puertos de Maó y Ciutadella, aunque no se sabe cuántos eran de personas residentes en la isla y cuántos de turistas que llegaban de vacaciones con su propio medio de transporte, una opción muy común. Además, también se tendrá que calcular el techo máximo de vehículos que pueden circular en un periodo de tiempo concreto. A partir de aquí, se calculará la proporción de vehículos que excede la recomendación y, según la consellera, se irá reduciendo la cifra gradualmente.