Muy politizados y muy radicalizados en las tesis neonazis, mayores de edad y con antecedentes —la mayoría, por delitos de odio— y relación con grupos de la ultraderecha y la extrema derecha, incluso con Casuals de Boixos Nois. Este sería un perfil, a grandes trazos, de los miembros detenidos en la explotación del caso Dracaris de los Mossos d'Esquadra contra la facción armada de Blood and Honour, Combat 18. A este perfil hay que sumarle algún detalle más de los que ha podido esbozar la Comissaria General d’Informació. Se trata de personas muy violentas, propensas a defender teorías de la conspiración sobre el ataque que, aseguran, todas las fuerzas mundiales —políticos, jueces, periodistas— llevan a cabo contra la "raza blanca", dentro de la que se enmarcan y a la que defienden, con claras reminiscencias —también en su estética— del movimiento nazi alemán.

Los Mossos d'Esquadra, que durante meses han seguido, monitoreado y escuchado las conversaciones entre los miembros del grupo, han podido definir cómo estaban organizados y cuáles eran sus referentes, teóricos y prácticos. Según ha podido saber ElNacional.cat, un hombre, F.J. G.L., era el presidente, y uno de los principales investigados por parte de los responsables de Información de la policía catalana. Por debajo de él, un vicepresidente ejercía de mano derecha del presidente. Ambos controlaban, con mano de hierro, lo que puede considerarse la refundación del grupo tras una crisis interna.

Golpe de estado para derrocar al presidente de Combat 18

Orgánicamente, por debajo de este binomio presidente-vicepresidente, se encontraba un sargento de armas y un tesorero. Por debajo del primero estaban los militantes, que debían cumplir directamente las órdenes de la cúpula. Fuera de la organización como tal, pero con vínculos con los militantes, y pendientes de ser formalmente aceptados, había también un grupo de personas, que recibían el nombre de supporters. El presidente actual —durante la investigación de los Mossos fue derrocado por un convulso proceso interno, casi impulsado como un golpe de estado, para tomar las riendas de Combat 18 en España— es una persona conocida por los investigadores que trabajan habitualmente con la ultraderecha en Catalunya, si bien no contaba con perfil público en las redes sociales. Tiene antecedentes y ha estado siempre vinculado a grupos de acción y paramilitares en clave españolista y de ultraderecha, pero sin una agenda pública relevante.

F.J. G.L., como el resto de cúpula y algunos de los detenidos, fue detectado por agentes de paisano de los Mossos de la Comissaria General d’Informació el pasado 12 de octubre en el aquelarre que cada año tiene lugar en Montjuïc. Tal como ha adelantado ElNacional.cat, en la bajada de la zona de la plaza de Sant Jordi, los Mossos frustraron el ataque de este grupo contra un hombre en silla de ruedas, a quien insultaron y vejaron. El discreto seguimiento que realizaban agentes de paisano a los miembros de Combat 18 permitió activar una patrulla uniformada que detuvo la agresión e identificó a los autores, que quedaron denunciados.

Manual del soldado político, referencia de Combat 18

"Creer todo lo que se lee en los diarios es de ineptos", dice en el capítulo 1, sobre el "Código de honor", el libro Manual del soldado político de Max Hammer. Esta publicación constituye la base de la lucha de Combat 18 como brazo armado de Blood and Honour, y sirve para detallar, desde 1990, la línea estratégica de este grupo violento de ultraderecha de raíz nacionalsocialista, que la Comissaria General d’Informació de los Mossos ha desmantelado en Catalunya.

Este libro, junto con otras obras, es el que sienta los cimientos y define los objetivos de las acciones que las facciones de Combat 18 en todo el mundo quieren llevar a cabo para derrocar el sistema actual. Para ello, sus objetivos son claros: los musulmanes, los judíos, los masones, los homosexuales y todo lo que pueda llegar a amenazar a la "raza blanca", como ellos mismos se autodenominan. Una raza que algunos de los detenidos, sin embargo, no acaban de cumplir exactamente con los cánones que marcaba los nazis de Adolf Hitler.

Este manual detalla el código de honor y la estrategia de lucha para "no caer en la batalla" y también la estrategia de "la acción secreta". Pone en valor la figura del Führer, hace constantes referencias a las SS nazis y también al honor y a "la importancia de ser los buenos" y no de ser los mayoritarios. El mismo manual también asegura que hay que estar en forma y practiar boxeo para poder defenderse; e incluso detalla cómo debe ser la dieta, a base de pollo y pez, y la importancia de la vitamina C para evitar los virus y poder ser útil en la guerra contra los gobiernos controlados por judíos. El documento, de 8 páginas, también detalla cómo tiene que ser la lucha, en el plano social y secreto, para ser efectiva en sus objetivos. "El sistema acabará derrumbándose", defienden. "Nuestro deber es acelerarlo con nuestras acciones", apunta el Manual del soldado político.

Los objetivos de Combat 18 en Catalunya

El análisis que efectuarán ahora los expertos en extremismo violento de los Mossos d'Esquadra servirá para aclarar si, más allá de las escuchas y de los kilos de propagada nacionalsocialista que se intervino en los domicilios de los dieciséis detenidos, también hay información relativa a objetivos concretos y planes de acción para llevar a cabo atentados de carácter terrorista contra sus objetivos: mezquitas, sinagogas y centros sociales de grupúsculos de la izquierda antisistema.