La magistrada del juzgado número 2 de Reus ha ordenado detener a la concejala de la CUP de Reus Mariona Quadrada, investigada por un presunto delito de incitación al odio, para que se presente a declarar. Según han informado fuentes judiciales, la jueza ordena a los Mossos D'Esquadra que detengan a la concejala por tomarle declaración mañana, 22 de marzo, a las 9:30 horas. Cuadrada ya estaba citada este pasado lunes a las doce del mediodía, pero no acudió para "no reconocer la justicia española" y por "ser el momento de tener las cosas claras y hacer efectiva a la República".

La concejala ha dejado plantada tres veces a la jueza -la primera, por problemas de agenda de la defensa-, tal como hicieron ya sus dos compañeros de bancada, los concejales Marta Llorens y Oriol Ciurana, que también fueron obligados a comparecer detenidos en la misma causa. El mes de diciembre pasado, los dos concejales estuvieron detenidos más de 17 horas y pasaron una noche en los calabozos para prestar declaración al día siguiente, aunque se acogieron a su derecho a no hacerlo.

La instrucción judicial parte de una denuncia de un delito de incitación al odio formulada por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) por las protestas ciudadanas llevadas a cabo delante del hotel Gaudí de Reus. Allí se alojaban en torno a un centenar de agentes antidisturbios, que formaban parte del contingente policial desplazado a Catalunya para impedir el referéndum del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional. Además de los tres concejales de la CUP, también constan como investigados el alcalde de Reus, Carles Pellicer (PDeCAT); y los portavoces de los grupos municipales Montserrat Vilella (PDeCAT), Noemí Llauradó (ERC) y Jordi Cervera (AraReus) para firmar un manifiesto.

En este manifiesto, los firmantes pedían a los hoteleros de Reus que hicieran lo que resultara "adecuado y necesario para que de manera inmediata abandonen el municipio" -en referencia a los antidisturbios- e invitaban a la gente a sumarse a las protestas. También se investigan seis bomberos que participaron en las protestas y el propietario y el empleado de un gimnasio al cual acudían diversos de los antidisturbios, para pedirles que no fueran más, ya que los clientes habituales se habían quejado.